Qué hacer cuando tu hijo dice palabrotas

Cuando escuchamos a nuestro hijo decir palabrotas y usar lenguaje grosero, es natural sentirse preocupado y preguntarse cómo abordar esta situación de manera efectiva. Además, a veces cuando si se pone especial ahínco en controlar su lenguaje, parece que la situación se complica y vemos cómo aún se dicen más aquellas palabras que menos nos gusta escuhar.

Las 5 cosas que hay que hacer cuando los hijos dicen palabrotas

• Mantén la calma: Es importante no reaccionar con enfado o frustración inmediata cuando tu hijo dice una mala palabra. En su lugar, mantén la calma y utiliza un tono de voz tranquilo pero firme para poder abordar la situación con amabilidad y firmeza.

  Por ejemplo: "Entiendo que estás molesto, pero es importante hablar de manera respetuosa y utilizar palabras adecuadas". O también podemos decir: "Te recuerdo que en nuestra familia no nos faltamos al respeto. Podemos no estar de acuerdo, pero nos lo comunicamos apropiadamente”.

• Establece límites claros: Hazle saber a tu hijo que el uso de malas palabras no es aceptable en tu familia, y establece consecuencias apropiadas si continúa haciéndolo.

  Por ejemplo: !En esta casa no usamos ese tipo de lenguaje; recuerda que ya hemos hablado sobre esto, y quedamos en que si volvía a ocurrir iba a haber consecuencias…". También puedes decir: "En nuestra familia, usamos palabras que sean respetuosas y amables. Si usamos palabtas groseras, habrá consecuencias".

• Enseña nuevo vocabulario: Ayuda al niño a expandir su vocabulario, ofreciéndole palabras alternativas para expresas sus emociones de manera más saludable.

  Por ejemplo: "En lugar de usar esa palabra, podrías decir que te sientes enfadado y frustrado"

• Haz de ejemplo y reconoce el buen comportamiento: Recuerda que los niños aprenden observando a los adultos que los rodean. Asegúrate de ser un buen ejemplo en el uso de lenguaje respetuoso y positivo en todo momento. Además de esto, reconoce y elogia a tu hijo cuando use un lenguaje respetuoso y apropiado.

  Por ejemplo: "Me encanta cómo te expresaste de manera tan educada, lo estás haciendo muy bien, gracias por estar atento en eso". Otra opción sería: "Gracias por comunicarte así con tu amigo, usaste palabras amables y demostraste empatía. Esto es algo muy bueno".

• Comunica las consecuencias de manera consistente: Si continúan las malas palabras a pesar de tus esfuerzos, asegúrate de aplicar las consecuencias de manera consistente. La crianza consciente y la disciplina positiva se basa en el concepto de consecuencias naturales, las cuales están directamente relacionadas al comportamiento.

Qué consecuencias aplicar cuando nuestros hijos dicen palabrotas

Una consecuencia natural para el uso de malas palabras podría ser la pérdida de algún privilegio relacionado con el lenguaje, como la capacidad de participar en una actividad divertida que involucre hablar o expresarse libremente.

Por ejemplo: "Entiendo que a veces podemos sentirnos frustrados, pero cuando usas palabras groseras las personas pueden sentirse heridas, como ya lo hemos hablado antes, y esto volvió a ocurrir. Esta tarde no podremos jugar juntos al juego de mesa que tanto disfrutas".

En conclusión, abordar el uso de malas palabras y groserías por parte de los niños, requiere paciencia, comprensión y consistencia. Al establecer límites claros, enseñar palabras alternativas y dar ejemplo con un buen comportamiento, puedes ayudar a tu hijo a desarrollar habilidades de comunicación saludables y erradicar esta desagradable costumbre.

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