ZOONOSIS
¿Qué es la Leishmaniosis y por qué debería preocuparte?
Es una enfermedad zoonótica, es decir, también podemos padecerla las personas y este detalle es fundamental ya que necesitamos que haya conciencia ciudadana.
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Llevamos ya un trimestre en 2021 y seguimos bajo la amenaza de la pandemia Covid-19. Todos nuestros sistemas de alarma se centran en esa amenaza que parece única en nuestro día a día, pero ¿Qué otros peligros nos rodean?
Está claro que a diario nos enfrentamos a infecciones bacterianas y víricas de todo tipo. Nuestro sistema inmunitario nos protege de gripes, intoxicaciones, alergias… infinidad de agentes dañinos para nuestra salud, y no nos enteramos.
El problema suele venir cuando nuestras defensas bajan y ese sistema inmunitario está menos fuerte, agentes antes inocuos pueden provocarnos enfermedades graves y debemos saber cómo reducir su riesgo.
Convivir con mascotas hoy en día no tiene por qué significar mayor riesgo a sufrir infecciones ya que, manteniendo al día los cuidados sanitarios de nuestros peludos compañeros, el riesgo de que nos peguen alguna de sus enfermedades es mucho menor que yendo a comprar al supermercado.
Pero, ¿de qué enfermedades hablamos?
Mucho se habla en estos días de las zoonosis, que son las enfermedades que nos pueden transmitir los animales. Siempre han existido y son el motivo principal del lema veterinario por excelencia desde tiempos de los romanos: ¨Hygia Pecoris Salus Populis¨- (La higiene de los animales es la salud del pueblo).
En el momento que descuidamos sus controles sanitarios, nos exponemos a sufrir importantes enfermedades y esto tan básico parece olvidado en el siglo XXI, donde parece que las vacunas y desparasitaciones son rutinas inventadas por los veterinarios para subsistir. No señores, los riesgos son reales y por ello vivimos una pandemia.
Leishmania: ¿solo afecta a perros?
Todo el que ha tenido perro en los 90 oyó hablar de esta enfermedad entonces mortal para nuestros perros. Se conocían tratamientos desde finales de los años 70 pero a duras penas se conseguía controlar.
Hoy en día, y gracias a la investigación, hay nuevas terapias y sistemas de prevención que ayudan a que la enfermedad se pueda mantener a raya para que nuestros perros puedan llevar una vida normal a pesar de ella.
Lo que los ciudadanos de a pie desconocen es que es una enfermedad zoonótica, es decir, también podemos padecerla las personas y este detalle es fundamental ya que necesitamos que haya conciencia ciudadana para que su prevención sea generalizada y evitemos que en unos años volvamos a vivir un estado de alerta sanitaria.
¿Cómo ¨funciona¨ la enfermedad?
La Leishmania es un parásito sanguíneo que necesita desarrollarse en dos organismos diferentes (mosquito y perro, normalmente) para completar su ciclo vital.
La mayor parte del mismo la hace en el mosquito flebótomo, de unos 3 mm de tamaño y que convive con nosotros cuando la temperatura ambiental ronda los 15ºC.
Él es el que transmite la leishmania cuando pica a un perro con la enfermedad y luego pica a uno sano, inoculando el parásito. Si nuestra mascota está protegida con repelentes o vacuna, evitaremos ese ciclo.
Y, ¿dónde entramos los humanos?
Como hemos dicho, dicho mosquito convive con nosotros y, al igual que a nuestras mascotas, nos pica a diario en los meses de temperaturas suaves.
Gracias a nuestro sistema inmunitario, conseguimos mantener dicha enfermedad a raya, pero cuando nuestras defensas están bajas o debilitadas, ya sea por enfermedades graves, edades avanzadas, trasplantes o niños con inmunodeficiencias, el parásito es capaz de entrar en nuestras células sanguíneas y provocar lesiones muy graves.
Cada año la incidencia de esta enfermedad en humanos va aumentando, siendo aún una tasa mucho menor que en otras patologías infecciosas.
No se le da la suficiente visión mediática y es fundamental que haya conciencia social para proteger a nuestros perros y que así el parásito no pueda completar su ciclo y por lo tanto, no sea un peligro para nadie.
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