Por qué es mejor comprar sandías y melones enteros que por mitades

Durante los últimos días de verano es normal consumir las últimas sandías y melones del año. De hecho, si somos pocos en casa, seguro que cada vez que vamos al supermercado vemos estas frutas partidas por la mitad decidimos comprarlas. Sin embargo, adquirirlas de esta manera puede suponer un riesgo para la salud de las personas. A continuación, te explicamos por qué debes evitar esta tendencia.

Y, es que, comprarlas por la mitad hace que aumente el riesgo de que algún microorganismo entre en contacto con la fruta y acabe estropeando, por ello, se aconseja comprarla entera, pero ¿por qué surge esto?

La cáscara que cubre la fruta es lo que las protege de los gérmenes que se encuentran en el exterior. De hecho, son dos frutas que crecen en el suelo y pasan por multitud de procesos antes de que las compremos. Por ello, cuando la cortamos puede que estos entren al interior, por lo que se aconseja lavarla antes de cortarla para evitar que esos gérmenes malignos entren dentro de ella.

En caso de cortar el melón o la sandía se debe guardar inmediatamente en la nevera para evitar que la temperatura baje y así que los microorganismos no se desarrollen en el interior de la pieza.

De esta forma, es imprescindible comprar tanto el melón como la sandía sin ningún corte realizado previamente. Posteriormente, lávela, córtala, cómela y lo que sobre guárdalo en la nevera para evitar que esos gérmenes entren dentro de la fruta.

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