NUTRICIÓN DEL BEBÉ
¿Qué es el método BLISS de alimentación para bebés?
Te contamos qué mejoras aplica al ya conocido Baby Lead Weaning, de alimentación con trozos para bebés.
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Cuando llega el momento de que los bebés dejen la leche materna y empiecen con la alimentación complementaria, a muchos padres les surgen las dudas sobre cómo realizar esta transición sin que su pequeño tenga carencias nutricionales. Hasta ahora, el método Baby Led Weaning (BLW) ha sido el más popular para empezar a introducir alimentos sólidos a la dieta del bebé.
Este método se caracteriza por dejar que el bebé sea quien elige de manera autónoma los alimentos que va a comer ante una selección previa por parte de los padres. Es decir, el BLW permite hacer un salto de la leche materna a alimentos sólidos, sin pasar por los purés y las papillas de frutas.
Sin embargo, hace unos años que este método se ha reinventado para que los padres sepan exactamente qué tipo de nutrientes deben poner en el plato de su pequeño. Se trata de una nueva variante del BLW llamada Baby-Led Introduction to SolidS (BLISS), que ya ha sido recogida en la guía sobre alimentación complementaria publicada por el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría.
Desde NovaMás, hemos hablado con nuestra colaboradora Lidia Folgar, dietista, nutricionista y autora de distintos libros sobre la alimentación de los recién nacidos, como ‘Aprender a comer solo’ y ‘Los peques a la mesa’, para que nos explique cómo funciona exactamente el BLISS y cuáles son sus beneficios.
¿Qué diferencia hay entre el BLISS y el BLW?
El BLISS es una reinvención del BLW que suple las carencias que tenía esta versión clásica de transición a los sólidos. Es decir, este tipo de alimentación complementaria autorregulada va, según Folgar, “acompañada de pautas nutricionales y de seguridad para prevenir atragantamientos o para asegurar un adecuado aporte de nutrientes”, señala la nutricionista.
“Como, por ejemplo, incorporando alimentos ricos en hierro, limitando un listado de alimentos y formas por su textura o incorporando alimentos de diferentes grupos para asegurar un suficiente aporte energético”, añade.
Esta variante la introdujeron unos investigadores que, revisando el BLW, añadieron algunas pautas para la prevención de asfixia, de ferropenia y de bajo peso. Por lo tanto, el BLISS es un método más regulado que el anterior.
Las pautas básicas del BLISS
Una vez entendida la teoría, seguro que muchos padres se preguntarán cómo introducir de forma segura los sólidos a la dieta de su bebé en la práctica. En ese sentido, Folgar define unos parámetros básicos para introducir el método de manera segura y que el bebé acepte correctamente los alimentos que se le proponen:
- La postura. Es importante que esté sentado y que mantenga la cabeza erguida.
- Coordinación. El bebé debe ser capaz de coordinar “ojos, manos y boca para mirar al alimento, cogerlo con las manos y llevárselo a la boca.”
- Asegurarse de que puede tragar. Según Folgar, “que no empuje los alimentos instintivamente hacia fuera con la lengua” para evitar que se ahogue.
- Interés. El bebé debe mostrar curiosidad y ganas de experimentar con los alimentos.
- Siempre acompañado. La experta apunta que “el bebé tiene que comer acompañado y la misma comida que está comiendo el resto de la familia”.
- Textura blanda. Los alimentos tienen que ser blanditos.
Alimentos prohibidos
Sin embargo, no todo está admitido en el método BLISS, ya que, obviamente, los bebés no están capacitados para tragar según qué tipo de alimentos ni en todos los formatos. La nutricionista indica que los padres deben evitar todos los alimentos con riesgo de atragantamiento, tales como “frutos secos enteros, alimentos con forma esférica y del tamaño de una moneda de 2-5 céntimos enteros, manzana y zanahoria cruda” o similares, explica Folgar.
¿Y si el bebé no quiere comer?
Una de las particularidades del BLISS es que es un método autorregulado, es decir, el pequeño dice qué alimentos quiere comer y qué ritmo quiere llevar. Por lo tanto, nos podemos encontrar con la difícil situación de lidiar con un bebé que no quiere comer.
Cuando esto ocurre la nutricionista indica que, aunque existen casos particulares, “si el bebé está sano y no quiere comer es porque no lo necesita en ese momento”, en este caso, hay que respetar su decisión.
Sin embargo, “si manifiesta mucho interés por la comida y se frustra porque no es capaz de comer, habría que revisar si se le está ofreciendo la comida de manera adecuada”, detalla la experta.
Ventajas del BLISS
Según Lidia Folgar, existen varios beneficios a nivel nutricional por los cuales aplicar el BLISS. El primero es que no se altera la autorregulación energética del bebé, porque es él quien decide si quiere comer o no en función de su sensación de hambre. Además, gracias a la introducción de alimentos diversos, aceptan mucha más variedad, así como sabores y texturas. Por lo tanto, llevan una dieta más variada y nutritiva.
Por último, la nutricionista rectifica una de las características del método, la que indica que el bebé tiene que comer con las manos. Para Folgar, “lo importante no es que coma con las manos, sino que no sea una persona adulta la que decide cuándo y cuánto va a comer. Lo importante es la autorregulación”.
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