CUIDA TU SALUD ÍNTIMA
¿Qué nos dice nuestro flujo? Una matrona desvela qué significa el color, la textura y el olor
El flujo cambia a lo largo del mes y, tan solo observando su color, textura o consistencia podemos obtener mucha información sobre nuestra salud. Como matrona, os cuento lo más importante que debéis saber.
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Todas estaremos de acuerdo en que nuestro flujo no es igual siempre. Esto es porque varía en consistencia, textura e incluso color a lo largo de nuestro ciclo (de forma totalmente fisiológica). Pero en otros momentos de nuestra vida puede cambiar advirtiéndonos de alguna alteración en nuestro cuerpo. Os voy a explicar qué debemos observar en nuestro flujo y qué puede decirnos acerca de nuestra salud.
El flujo es una secreción producida por el cuello del útero y está compuesto por agua, células y microorganismos. Éste cambia de color y textura según nuestros cambios hormonales. La función del flujo es favorecer el paso de los espermatozoides a nuestro útero durante nuestros días fértiles, para así conseguir un embarazo.
Al mismo tiempo, nuestra vagina produce otra secreción diferente que ayuda a equilibrar la microbiota, a mantenerla limpia e hidratada, y a protegerla de infecciones externas. La mezcla de estos dos fluidos es lo que nosotras vemos e identificamos como flujo.
Además, en los momentos de excitación nuestras glándulas segregan aún más fluido para favorecer la lubricación natural en las relaciones sexuales.
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¿Qué nos indican los diferentes tipos de flujo?
Por un lado, tenemos los cambios de flujo normales que experimentaremos a lo largo del ciclo, y que son consecuencia de nuestros cambios hormonales:
- Flujo blanquecino y más pegajoso: Se presenta antes y después de la menstruación.
- Flujo transparente, elástico, como de clara de huevo: Es el flujo que suele aparecer los días de ovulación, y nos indica nuestros días más fértiles.
Otras veces, el flujo cambia sin estar relacionado con el ciclo, y unido a síntomas como picor o mal olor nos advierte de una posible infección:
- Flujo grisáceo, acuoso, con olor a pescado: Típico de infecciones bacterianas.
- Flujo blanquecino grumoso, como de yogurt cortado: Suele aparecer junto a picor en las infecciones por hongos.
- Flujo amarillento-verdoso, de consistencia liquida o espumosa, y con mal olor: Es común en las infecciones por Trichomonas, la infección de transmisión sexual con más prevalencia en el mundo.
¿Cuándo consultar con tu matrona o médico?
Observar tu flujo te permitirá aprender sobre tu salud vulvovaginal. Si notas alguno de los siguientes síntomas, acude a consultar que todo está bien:
- Si presentas picor o dolor.
- Si el flujo cambia a una consistencia, apariencia o color que no habías visto antes.
- Si percibes mal olor.
¿Qué hacer para mantener tu salud vulvo-vaginal?
- No realices duchas vaginales, ni uses productos de higiene íntima que pueden alterar tu PH.
- Lava tu vulva con agua y con tus manos, no utilices esponjas que pueden favorecer la transmisión de bacterias.
- Utiliza ropa interior de algodón.
- Evita llevar ropa muy ajustada que no le permita transpirar bien a tu vagina.
- Evita usar salvaslips o compresas.
- Utiliza siempre preservativo para evitar enfermedades de transmisión sexual.
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