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RELACIONES TÓXICAS

¿Por qué nos enganchan tanto las personas que no nos convienen?

Hablamos con la psicóloga Alejandra de Pedro para que nos de las respuestas a esta gran pregunta.

Pareja discutiendo

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Con el amor y las relaciones, volver a tropezar con la misma piedra es todo un clásico. ¿Cuántas segundas oportunidades hemos dado a pesar de todo lo malo? A veces, nos quedamos atrapadas en la esperanza de que las cosas van a mejorar y vamos perpetuando relaciones afectivas que nos dan más sufrimiento que alegrías.

El fenómeno del enganche a las relaciones tóxicas es tan recurrente, como asombroso. ¿Cómo es posible que tengamos adicción a aquellas personas que, sin cesar, nos dan una de cal y otra de arena? En cambio, cuando encontramos alguien que nos cuida y con quien tener una relación sana, nos cansamos rápido.

Puede parecer masoquismo (de hecho, un poco lo es), pero hay otras razones que hacen que las personas que no nos convienen nos activen tanta adrenalina, a pesar de todo el dolor.

Para coger perspectiva y descubrir a qué responde esta actitud, en NovaMás hemos hablado con la psicóloga Alejandra de Pedro, especializada en gestión emocional y autoestima.

¿Por qué me gustan los chicos malos?

O, dicho de otra forma, por qué no me pueden gustar las personas que me cuidan, que tienen un interés real hacia mí y, sobre todo, con las que este afecto se mantiene en el tiempo. De Pedro, a través de su cuenta de TikTok, explica las posibles razones que darían respuesta a estas cuestiones:

Refuerzo intermitente

Para explicar este fenómeno, Alejandra pone el ejemplo de una máquina que nos da un caramelo cada vez que presionamos un botón. Como el premio lo recibimos en todo momento, al final, el juego se vuelve aburrido y ya no nos interesa.

Pero, ¿qué pasaría si la máquina no nos diera el caramelo en todas las ocasiones? Entonces, el juego se convertiría en adictivo porque sería impredecible, como las máquinas tragaperras. Este ejemplo responde a por qué nos engancha tanto la persona que nos escribe de manera aleatoria, "siempre estarás esperando su premio porque nunca sabes cuándo te va a llegar".

La fantasía del chico malo

Este otro escenario gira en torno a la idea sociocultural que asociamos con el chico o chica problemáticos. Creemos que las "personas malas", se pueden volver buenas cuando descubren el amor de su vida.

De hecho, este es el mensaje que nos llega de millones de películas, libros y canciones. De este modo, nos ponemos en el papel de salvadoras, pasamos por alto todos sus maltratos y nos compadecemos de los problemas de él o ella. Todo ello, con la esperanza de que, con nuestra ayuda, cambiará.

No merezco nada mejor

Esta situación está relacionada con la autoestima y el amor propio. Es posible que siempre vayas a buscar a la persona equivocada porque no te creas merecedora de algo mejor, "rechazas a esa persona que te está dando amor porque hay algo en ti que no está preparado para recibir este cariño".

Miedo al compromiso

Por último, es posible que no estés preparada para tener relaciones estables y que, por esta razón, busques un tipo de relación más turbia e inestable.

¿Cómo me desengancho de una persona tóxica?

Alejandra de Pedro también explica, para NovaMás, estos consejos sobre cómo salir de una relación de abuso emocional:

Establecer una red de apoyo

La psicóloga recomienda que le contemos a nuestro entorno de confianza la situación en la que nos encontramos, "cuéntale a familiares y amigos lo sucedido y deja que te acompañen en el proceso de superarlo."

Contacto cero

Corta absolutamente todos los lazos de comunicación con esta persona: "Si te está costando mucho poner distancia, quizá tengas que borrar su número o bloquear su cuenta",apunta de Pedro.Todo ello, para "no seguir con ese refuerzo intermitente".

Mantente ocupada

"Cuanto más ocupada estés, más resistirás la tentación de volver a escribirle a esa persona", señala la experta.

Plan de desintoxicación

Según de Pedro, es vital trazar un plan con las acciones que vas a llevar a cabo para cumplir con este desenganche. Este tiene que incluir el recuerdo constante de "por qué estás haciendo lo que haces y por qué esa persona no es buena para ti".

Compasión contigo misma

No vivas autoflagelándote por los errores del pasado y aplica el perdón contigo misma. Si te has dado cuenta de lo mala que era esta relación, es el momento de mirar hacia adelante, "ahora, sí que puedes responsabilizarte de tus conductas para no volver a caer en el mismo patrón".

Pide ayuda

Por último, Alejandra de Pedro aconseja acudir a un profesional de la salud mental para que te acompañe en el proceso y te ayude a "identificar lo que está pasando en tus relaciones."

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