DEL 1 AL 10

¿Qué opinas de tu cuerpo?

Tener una autoestima sana es básico para evitar trastornos psicológicos como la dependencia emocional o la ansiedad.

Una mujer se mira en el espejo.

Una mujer se mira en el espejo.iStock.

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Muchas personas no saben si aceptan su cuerpo porque no se han parado a pensarlo y otras porque no saben qué es realmente aceptar nuestro cuerpo. Darte un 5 sobre 10 no es aceptar tu cuerpo.

La aceptación de nuestro cuerpo es algo fundamental para poder gozar de una autoestima sana. La autoestima es el valor que nos damos a nosotros mismos y ese valor depende de cómo sea nuestra autoevaluación como personas. En esta autoevaluación se ven implicados factores tanto intelectuales, como emocionales y físicos.

Se trata de un tema muy importante porque una baja autoestima es un factor de riesgo de trastornos psicológicos como la dependencia emocional o la ansiedad, entre otros muchos.

Sin embargo, en ocasiones no se le da importancia a cómo esté nuestra autoestima: o se justifica de alguna forma ("la autocrítica es buena para cambiar") o se le quita importancia ("todas las personas tenemos algún complejo").

¿Qué es realmente aceptar nuestro cuerpo?

Muchas veces desconocemos la problemática que tenemos con nuestra imagen corporal (y, por tanto, con nuestra autoestima) porque no sabemos qué significa exactamente aceptar nuestro cuerpo.

Aceptar nuestro cuerpo significa:

  • Ser capaces de ver tanto defectos como virtudes en nosotros mismos. Entendiendo los defectos algo que no nos bloquea ni nos quita valía, al contrario, viéndolos con cariño.
  • Permitirnos cometer errores y no ser perfectos para no dedicar nuestra vida a luchar contra un muro.
  • Tener una imagen global sobre nosotros mismos sin darle más importancia a los aspectos superficiales que a los más profundos que nos definen realmente como personas.
  • Comprender la subjetividad de cómo nos vemos a nosotros mismos o cómo nos pueden ver otras personas.
  • Comprender que nuestro cuerpo está en constante cambio y que va evolucionando según las distintas etapas de la vida.
  • Permitirnos valorarnos y querernos incluso sin ser perfectos. No necesitamos conseguir éxitos para poder valorarnos, en el camino también tenemos que hacerlo independientemente de cómo sea el resultado.

¿Cómo puedes evaluar tu aceptación corporal?

Hazte las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo es tu diálogo interno? Aquello en lo que te enfocas en tu día a día tiene un efecto directo sobre tus emociones. Si tu diálogo interno es demasiado autoexigente porque te enfocas en lo que no te gusta, te estás maltratando, y al contrario de lo que puedan pensar algunas personas, esa rigidez es un obstáculo para el cambio.
  • ¿Qué objetivos relacionados con tu imagen corporal te propones? ¿Te machacas por amor al arte y de forma sistemática o realmente eso que detectas que no te gusta es un objetivo en el que te quieres enfocar para cambiarlo? Si es un objetivo que te propones recuerda que debe de ser realista y asumible para ti con tus circunstancias. Lo saludable es ser responsable con tus objetivos.
  • ¿Cómo te miras al espejo? Si pones más atención a aquello que consideras defectos que virtudes, aquí tienes otra bandera roja. Si no consideras que tienes virtudes o que son mucho menores que los defectos, ahora tienes otra bandera roja, pero enorme.
  • ¿Cuánto te expones a aquello que te hace daño? Si has detectado que hay cosas que te hacen daño (por ejemplo: comentarios, personas o las redes sociales) y sigues exponiéndote a ello sin límites, vuelves a obtener una señal de alarma aquí.
  • ¿Cómo te autorregulas? Cuando sientes malestar emocional y buscas obtener cambios de fuera a dentro, esto nos indica que te faltan numerosos recursos emocionales y autoconocimiento. Levanta otra bandera roja aquí si lo sientes así.

Cómo aceptar tu cuerpo

Hay diversos caminos que puedes transitar a la vez para lograr esta autoestima sana tan necesaria:

  • Enfocarte en lo positivo: entrena tu mente, si tu diálogo interno está acostumbrado a enfocarse en lo negativo, es un buen momento para que voluntariamente te empieces a enfocar en tus virtudes y así equilibrar la balanza y cambiar la dinámica. Enfocarse en lo negativo puede llegar a ser adictivo.
  • Autocuidado: cuidarnos a nosotros mismos es lo primero que debemos hacer para empezar a querernos y a aceptarnos. Cuidarnos a nosotros mismos implica comer de forma saludable (y sin restricciones, escuchando a nuestro cuerpo), movernos (permanecer activos moviendo nuestro cuerpo haciendo actividades físicas) y dedicarnos tiempo de calidad (realizar una vez al día alguna actividad agradable, de la que podamos disfrutar).
  • Eliminar las conductas evitativas: todo aquello que hagas para "esconder" tus "defectos" te está generando una especie de fobia. Prueba a dejar de hacer alguna de esas cosas, saca a relucir esos supuestos "defectos físicos" de vez en cuando.
  • Terapia: realiza psicoterapia con un psicólogo para realizar un tratamiento que te permita eliminar de raíz el problema. La forma con la que te hablas y con la que te miras tiene mucho que ver con tus experiencias vitales e interpretaciones hasta ahora.
  • Practica la autocompasión en tu diálogo interno: reduce la autoexigencia, la rigidez y los pensamientos de blanco o negro. Por ejemplo: no tienes que empezar a hacer deporte el lunes, si un día no has podido ir como tenías pensado al gimnasio, haz algo que sí puedas hacer, aunque sean diez minutos de caminata. Permítete no hacer las cosas perfectas como las tenías inicialmente en tu mente.
  • Técnica del espejo: mírate diez minutos al día al espejo y observa cómo van cambiando tus pensamientos al preguntarte cada día quién es esa persona de pie frente a ti.
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