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CUIDADO DEL HOGAR

¿Por qué se ponen las almohadas amarillas? No es solo por el sudor

Con el paso de los años las almohadas se van desgastando y en ellas aparecen manchas amarillentas de su uso, ¿a qué se debe?

Almohadas

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Dormir y, sobre todo, dormir bien es uno de los grandes placeres de la vida. Tener la cama lista para acostarse y el olor de las sábanas limpias son una señal de que esa noche dormirás de diez y que al día siguiente no te levantarás con el pie izquierdo.

Sin embargo, con el paso de los años nuestras almohadas se van desgastando y ese blanco que ahora vemos tan satisfactorio dentro de no tanto se acabará tornando en un amarillo sucio, pero, ¿a qué se debe y cómo podemos evitarlo?

¿Por qué hay manchas amarillas en tu almohada?

Popularmente se dice que las manchas amarillentas no son otra cosa sino fruto del sudor, pero, lamentablemente hay muchos más factores que acaban por afectarles.

Y no, no importa si tu almohada es mejor, peor, su tejido es de un material o de otro. Al final, todas acaban adquiriendo ese color amarillento molesto y antiestético.

¿A qué se debe? El sudor sí es una de sus causas, pero la saliva que segregamos mientras dormimos, nuestra propia grasa corporal e incluso la propia fibra del tejido puede condicionar su aparición. Lo que está claro es que tarde o temprano acabarán apareciendo.

¿Cómo evitamos que aparezcan?

No te obsesiones con las manchas amarillas, al final es un deje del uso constante y, por ende, de un gran descanso. Para evitar que aparezcan no tienes por qué lavar todas las semanas la almohada, basta con que lo hagas al menos una vez cada tres meses. Así, retrasarás su aparición lo máximo posible.

¿Cómo lavarlas? Antes de hacer cualquier cosa o someterlas a cualquier tratamiento, lee bien la etiqueta que las acompaña, pues cada almohada, según su tejido, tiene unas indicaciones específicas a la hora de asegurar su higiene. Otra cosa que tienes que tener en cuenta es si es de látex, viscoelástica o de fibra.

¿Qué te recomendamos? Una vez hayas echado un vistazo al etiquetado de tu almohada, te recomendamos que, siempre que puedas, la laves con detergente líquido y que la centrifugues dos veces para evitar que se quede ningún residuo de jabón. Luego, presiona con una toalla la almohada para eliminar el agua sobrante y que así el interior no quede húmedo.

Siguiendo estos consejos tu almohada aguantará un poco más de tiempo sin rastro de manchas amarillas y, si aparecen, quédate tranquilo, a todos nos pasa.

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