MASCOTAS Y VIAJES
¿Por qué no puedes llevar tu perro a casi ningún hotel o restaurante?
En los próximos 10 años, la demanda de viajar por España con mascota va a ser una realidad y ese sector turístico tan dañado por la pandemia va a estar deseando complacer a sus clientes.
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En la última década, el mundo de las mascotas ha sufrido un importante crecimiento tanto en cantidad como en calidad. Estas variaciones no se ven únicamente en una región concreta sino a nivel mundial. En España, nuestro principal referente es Francia, donde, a pesar de separarnos escasos kilómetros, parecen estar a años luz de nosotros en cuanto a cuidados y protección animal se refiere.
Sin embargo, en este último año se ha visto en nuestro país un crecimiento exponencial en la tenencia de animales y poco a poco vamos semejándonos, en cuanto a número de mascotas por hogar, a la media europea.
Pero, ¿qué más diferencias hay respecto a Europa?
Cuando hablamos de un país Pet Friendly, no solo depende del numero de animales por hogar, sino de la legislación del país en cuanto a permitir acceso de mascotas a lugares públicos y privados, admisión en transportes, accesibilidad a servicios para mascotas, educación de la ciudadanía, etc. Es decir, no todo se reduce a si nos dejan entrar con nuestra mascota en un hotel.
Actualmente, países como Portugal, Polonia o Chequia encabezan el ranquin de países europeos Pet Friendly, aunque los claros ganadores son Alemania y Holanda, donde mayores servicios ofrecen a las mascotas y curiosamente menor porcentaje de animales por hogar tienen.
Uno de los principales lastres para poder cambiar la tendencia de una sociedad hacia la cultura ¨Pro-mascota¨ son las costumbres de ese país. Por desgracia, España aún arrastra esa idea de que las mascotas son un complemento o una herramienta de trabajo para las zonas rurales, y no se contempla que puedan acompañar a las personas en su día a día.
Claro, es muy fácil decir ¨es que, si no me dejan entrar con mi perro, la culpa es del local en sí¨. Pues no, no es tan sencillo.
Los cambios deben realizarse en cada punto de la ecuación. La superficie que todo el mundo ve es ¨en Francia te dejan meter el perro en los hoteles y en España no¨. Lo que no se dice es que, en la mayoría de los países europeos, el adiestramiento canino va implícito a la tenencia de un cachorro. Es decir, al igual que se ponen las vacunas antes de los 6 meses, se debe pasar por un ¨cole para perros¨ antes del año de edad.
Esta pequeña diferencia que casi nadie explica es el quid de la cuestión. No solo es culpa de los hoteles o casas rurales. Debemos hacer autocrítica y valorar si nuestros perros saben ir a una casa ajena o cuando salgamos al super a comprar, nos encontraremos al volver algún desastre.
En los restaurantes pasa lo mismo. Si te sientas en las terrazas no suelen poner pegas, pero es cierto que se ve a menudo la estampa de tres mesas con el perro amarrado bajo la silla y un coro de ladridos entre ellos… nada agradable para el resto de los comensales.
Entonces, ¿qué futuro les espera a nuestras mascotas?
Aunque parezca una respuesta muy fácil, realmente la solución está en nuestra mano. Cuando una sociedad demuestra una intención de cambio, cuando se actúa en consecuencia a una ideología real y no por pura demagogia, ese cambio acaba sucediendo por sí mismo.
Tenemos de nuestro lado el hecho de que, en los próximos 10 años, la demanda de viajar por España con mascota va a ser una realidad y ese sector turístico tan dañado por la pandemia va a estar deseando complacer a sus clientes y poco a poco se adaptarán a las nuevas realidades. Si nosotros como propietarios somos consecuentes y aprendemos nuevas costumbres como educar correctamente a nuestras mascotas para que no destrocen o ensucien, que no ladren, que no se peleen, no salten sobre las personas y, por supuesto, aceptamos y cumplimos las normas de transporte con mascotas y las obligaciones sanitarias y veterinarias, en unos años estaremos hablando de un país puntero en el ránking Mundial Pet Friendly.
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