¿LO CONOCÍAS?
¿Qué es el puttering? Una práctica muy sencilla que reduce tu estrés diario
Si llegas agotado a nivel mental al final del día por el estrés que has pasado durante el mismo, prueba a incorporar el puttering en tu rutina. Solo requerirá unos minutos de tu día y te ayudará no solo a reducir el cortisol, sino también a dejar volar tu creatividad.
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En muchas ocasiones, la clave está en lo simple. Y te contamos por qué. En nuestro día a día hay mucho estrés que no notamos hasta que no paramos. Coger el transporte público o el atasco de la carretera en hora punta, el trabajo y sus responsabilidades, cuidar de la casa, de la mascota o de la familia… Acabas el día completamente derrotado.
Y aquí es donde tiene cabida la importancia del puttering. Aunque no tiene traducción literal al español, se entiende como una práctica muy sencilla que consiste en llevar acabo pequeñas actividades de forma tranquila y relajada, sin preocuparte por conseguir los resultados, pero ayudando a reducir ese ritmo frenético del día.
Un ejemplo muy claro sería el dedicar unos minutos de tu día en regar las plantas u organizar la habitación; dos actividades pequeñas que harás de forma relajada, sin agobiarte por conseguir unos resultados concretos, y que te ayudarán a disfrutar de ese momento. Un recurso muy eficaz para el estrés que ha sido comprobado por varios estudios.
Un estudio publicado por el National Institute of Health defiende que dedicar tiempo a estas actividades simples y sin presiones ayuda a reducir los niveles de cortisol y, por tanto, el estrés. Además, se ha demostrado que el puttering ayuda a estimular la creatividad, ya que al hacer estas actividades, la menta entra en un estado de "incubación creativa" donde se crean las ideas más innovadoras.
Para incorporar el puttering a tu rutina, solo tienes que reservarte ciertos momentos que tengas libres para hacer estas pequeñas tareas. Por ejemplo, antes de ponerte a trabajar por las mañanas, dedica unos minutos a leer o a prepararte un café, siendo consciente de lo que estás haciendo y dejando la mente en blanco de responsabilidades.
Es una práctica muy sencilla, que no requiere esfuerzo físico, ni económico, ni mental y que te ayudará a reducir el estrés, a mejorar la creatividad y a recargar las energías. Y, sobre todo, empezarás a notar una mejoría en tu bienestar general.
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