¿Por qué siempre queremos lo que no tenemos?

Cuando cambias de trabajo puede que al cabo de unas semanas después del subidón inicial pienses que debías haber negociado un sueldo mayor. Cuando tras meses buscando la atención de esa persona que tanto te gustaba consigues tener una cita con ella, puede que ya no te parezca para tanto. Cuando consigues ahorrar para comprarte esa prenda que tanto te gustaba y te la compras puede que ya no te entusiasme demasiado. Cuando por fin te mudas a esa urbanización que tanto te gustaba puede que, tras poco tiempo, te fijes en otra que te gusta más y es un poco más cara. ¿Qué es lo que pasa en casos como estos?

Causas que hacen que quieras siempre lo de los demás

Cada persona es un mundo. Aunque sea una frase hecha, realmente es así. Cada caso es único y cada persona tiene unas circunstancias vitales muy especiales. Sin embargo, a nivel general podemos destacar algunas posibles causas de personas que se identifiquen con querer siempre lo que no tienen:

- Motivación: es natural que busquemos mejorar constantemente nuestro estado y para ello podemos compararnos con otras personas y analizar nuestro alrededor para encontrar nuevas metas. Cuando nos comparamos para inspirarnos y además nos permitimos disfrutar de todas nuestras metas y nos aceptamos a nosotros mismos, así como a nuestras circunstancias, sean las que sean, entonces contamos con una motivación sana. Este tipo de motivación nos permite avanzar, estar en continuo cambio y ser felices.

Si por el contrario, no buscáramos nuevas metas nos apalancaríamos e incluso podríamos llegar a deprimirnos y a desconectarnos con nuestra vida en general.

- Falta de autoconocimiento: cuando elegimos constantemente metas que no nos proporcionan ningún tipo de felicidad y son metas con las que no conectamos ni nos permiten desarrollarnos en nuestra identidad entonces es necesario explorar si realmente estamos eligiendo nuestras propias metas, es decir, unas metas con las que realmente nos identifiquemos.

A veces, las metas que elegimos son metas que socialmente están muy aceptadas o que a nuestras figuras de referencia les parecen bien (por ejemplo: estudiar medicina o ingeniería) en vez de elegir algo que realmente encaje con nosotros (por ejemplo: ser cantante).

Es importante hacer un trabajo de introspección para desarrollar nuestro autoconocimiento y tomar buenas decisiones para alcanzar nuestras verdaderas metas. Las buenas decisiones son aquellas que nos acercan a nuestras metas y unas buenas metas son aquellas que realmente encajan con nosotros mismos.

Tienen que ser nuestras metas y no las metas de nuestros padres, amigos o vecinos.

- Evitación: pongamos un ejemplo: imaginemos a una persona cuyo mayor sueño en el mundo es tener una familia. Sin embargo, fracasa constantemente en sus relaciones amorosas. Además, vemos que todas las personas con las que ha tenido una relación sentimental son personas de otros países que viven en el extranjero. Podemos apreciar que esta persona se está poniendo a sí misma obstáculos para conseguir sus objetivos.

Cuando nos ponemos trabas a nosotros mismos debemos analizar si de verdad queremos conseguir esa meta o hay un miedo que es más grande que nuestra meta. Cuando eso ocurre realmente estamos evitando conseguir nuestro objetivo y nos mantenemos en un círculo vicioso con la evitación como mecanismo de defensa.

- Depresión: la depresión puede ser tanto la causa como la consecuencia de no disfrutar de lo que tenemos. Si nada te satisface, entonces es importante evaluar a nivel psicológico si estamos sumergidos en una depresión u otro trastorno del estado de ánimo. No debemos normalizar el estar constantemente insatisfechos con lo que tenemos y es un gran error achacar a un tipo de personalidad (por ejemplo: "es que es una persona muy negativa o pesimista").

En conclusión, tener metas nuevas es muy saludable, de lo contrario, la vida sería muy aburrida. Sin embargo, es lícito y fundamental el permitirnos disfrutar de esas metas cuando las conseguimos y también de permitirnos estar contentos con nosotros mismos y aceptarnos cuando no las conseguimos.

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