SEGÚN UN ESTUDIO
¿Qué son los azúcares libres y por qué son tan malos para el corazón?
Un macroestudio llevado a cabo en el Reino Unido durante casi 10 años ha podido comprobar que la ingesta de azúcares libres aumenta significativamente el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
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Un gran estudio realizado durante casi una década en el Reino Unido y publicado en la revista 'BMC Medicine', ha concluido que la ingesta de azúcares libres aumenta significativamente el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, como un infarto de miocardio o un ictus.
Durante todo este tiempo, los investigadores examinaron la dieta de 110.497 personas de su país, de las cuales 3.138 han sufrido un infarto en este periodo y 1.124 un ictus.
Con los resultados, han llegado a la conclusión que por cada aumento del 5% de energía procedente de los azúcares libres, el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular aumenta un 7%; el de cardiopatía isquémica, un 6%; y el de ictus, un 10%.
Este estudio refuerza la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de limitar la ingesta de azúcares libres a menos del 10% de las calorías diarias totales. Esta misma organización sugiere que una ingesta de menos del 5% de las calorías diarias totales tiene beneficios adicionales para la salud (que serían, aproximadamente, 25 gramos para una persona adulta).
¿Qué son los azúcares libres?
Existen muchos alimentos que contienen azúcar de forma natural, pero cuando este azúcar se extrae, como, por ejemplo, exprimiendo una fruta para hacer zumo, pasa a ser azúcar libre, que es el que puede poner en riesgo nuestra salud. Los azúcares libres también los podemos encontrar en la miel, el almíbar y en los jarabes.
Dentro de esta categoría de azúcares, encontramos los azúcares añadidos, que son los que los fabricantes, cocineros o consumidores agregan a los alimentos y bebidas a la hora de prepararlos.
Por lo que, a la hora de elegir alimentos y bebidas en un supermercado, es importante leer las etiquetas de los productos y prestar atención a la cantidad de azúcares que contienen. Igual que también es importante reducir la cantidad de azúcares libres que añadimos a los pasteles, al café o al yogur, en casa.
Azúcares buenos
El mismo estudio realizado en el Reino Unido, afirma también que comer más fibra y azúcares no libres -los que están presentes en la fruta no exprimida, verduras y lácteos-, protege de las enfermedades anteriormente mencionadas.
"Una mayor ingesta de fibra y la sustitución del almidón de grano refinado y azúcares libres por almidón integral y azúcares no libres, respectivamente, pueden proteger de los infartos y los ictus", dicen en la publicación.
Dicho en números, comiendo 5 gramos más de fibra al día, podemos reducir en un 4% el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.
¿Y los niños? ¿No pueden comer dulces?
Aunque se trata de un estudio de peso, no hay que alarmarse en el caso de los niños y niñas. Pues la edad media de los voluntarios de este proyecto es de 55 años, por lo que las conclusiones no se pueden extrapolar a las edades tempranas.
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