BASADO EN UN LIBRO

¿Qué son los "hábitos mínimos" para cambiar tu vida?

¿Es posible cambiar nuestro estilo de vida? ¿Sabrías cómo conseguir esos cambios que te gustaría establecer en tu día a día? Veámoslo en este artículo de la mano de BJ Fogg.

Una chica disfruta leyendo en una hamaca.

Una chica disfruta leyendo en una hamaca. iStock.

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Existe una gran diferencia entre lo que hacemos y lo que queremos hacer. ¿Es nuestra culpa? A veces lo que sucede es que no sabemos cómo hacer esos cambios. El investigador BJ Fogg nos enseña en su libro "Hábitos mínimos" algunas técnicas para llegar a establecer cambios duraderos e importantes en nuestra vida.

Un error típico a la hora de establecer cambios en la vida es que nos movemos entre blancos y negros. Cuando por fin llega ese lunes en el que conseguimos llevar todo a rajatabla, a medida que van pasando los días nos va costando cada vez más y llega un momento en el que tiramos la toalla. Por ejemplo: comer un menú sin grasas ni carbohidratos o hacer deporte todos los días cmo mínimo 1 hora de duración.

Chica leyendo un libro
Chica leyendo un libro | Unsplash

Por esta razón, el autor propone llevar a cabo unos hábitos mínimos, que son pequeños hábitos que son fáciles de incorporar en la rutina y que con el tiempo nos simplifican el camino para conseguir nuestros objetivos, creando comportamientos automáticos como beber nuestro café por la mañana.

Los hábitos pequeños y sencillos son fáciles de mantener en el tiempo y se pueden construir sobre ello metas más grandes.

¿Cómo es la anatomía de los hábitos mínimos?

BJ Fogg describe 3 pasos esenciales para llegar a establecer un hábito mínimo. Estos 3 pasos son los siguientes:

  • Momento de amarre: Se trata de un momento concreto que ya esté instaurado en nuestra rutina. Por ejemplo: lavarnos los dientes. El momento de amarre es cualquier momento bien instaurado en la rutina que utilizaremos para recordar la práctica del nuevo hábito mínimo.
  • Nueva pequeña costumbre (hábito mínimo): se trata de realizar tras el momento de amarre una pequeña costumbre, es decir una versión sencilla del hábito que queremos adquirir. Por ejemplo: hacer dos flexiones, si nuestro objetivo es tener la costumbre de hacer deporte después de lavarnos los dientes.
  • Celebración inmediata: debemos crear una emoción positiva tras realizar algo que queremos repetir, como en este caso es la pequeña costumbre. Por ejemplo: decirnos a nosotros mismos que hemos conseguido un buen trabajo.
Nuestro estilo de vida es cada vez mas rutinario
Nuestro estilo de vida es cada vez mas rutinario | Sinc

Otros ejemplos de nuevas costumbres:

  • Si queremos conseguir el objetivo de leer todos los días, una nueva pequeña costumbre primero puede ser abrir el libro, y posteriormente leer un párrafo.
  • Si queremos conseguir el objetivo de beber más agua, una nueva pequeña costumbre primero puede ser meter una botella en nuestro bolso, y posteriormente proponernos beber un trago.
  • Si queremos conseguir el objetivo de meditar diez minutos, una nueva pequeña costumbre primero puede ser sacar el cojín del armario, y posteriormente meditar 5 segundos.

3 variables clave impulsan el comportamiento humano

El autor señala que existen 3 variables clave a la hora de impulsar nuestro comportamiento. Estas claves son las siguientes:

  • Motivación: tener un motivo para hacer las cosas es fundamental para llevarlas a cabo, pero solo con motivación es difícil llegar a las metas. Se necesita algo más que la motivación. Por ejemplo: querer hacer más deporte para mejorar nuestra salud.
  • Capacidad: cuanto más fácil sea un hábito, mayores serán las posibilidades de adoptarlo. Por esta razón, es importante mejorar nuestras capacidades y habilidades para llevar a cabo ese hábito. Por ejemplo: si queremos conseguir ser más deportistas, una forma de mejorar nuestra capacidad es hacer 5 minutos de flexiones al día.
  • Indicaciones: utilizar recordatorios diariamente. Por ejemplo: ir al baño puede ser un indicador de hacer un determinado número de flexiones. Es importante elegirlos de forma coherente, por ejemplo: cepillarse los dientes, no es un buen aviso para barrer el garaje.
Chico preocupado estudiando
Chico preocupado estudiando | Freepik

Estas 3 variables debemos revisarlas y mejorarlas a medida que vamos avanzando en nuestro proceso de cambio. Por ejemplo: existen tres maneras de rediseñar las indicaciones para terminar con los malos hábitos:

  • Eliminando las indicaciones: rediseñando tu entorno.
  • Evitando las indicaciones: no yendo a lugares o situaciones que provoquen malos hábitos.
  • Ignorando las indicaciones: lo que puede requerir fuerza de voluntad.
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