EXPERTO EN ACTIVIDAD FÍSICA

¿Por qué se te sube más el gemelo en verano?

Muchas de las razones por las que se producen los calambres musculares tienen su punto álgido en verano. Por suerte, es posible reducir el número de veces que se te sube el gemelo o se te montan los dedos de los pies.

Una persona corriendo

Publicidad

Estás durmiendo y, de repente, un dolor muy intenso recorre tu pierna y apenas te permite moverla. ¡Se te ha subido el gemelo! En ese momento no sabemos qué hacer para relajarlo. Lo mejor es estirar la pierna y llevar los dedos de los pies hacia arriba, manteniendo la posición hasta que se relaje. Una vez el gemelo vuelve a su posición, es preferible mantener la posición estirada un par de minutos y darte después un pequeño masaje que lo termine de relajar. Pero, ¿por qué se me sube el gemelo y, lo más curioso, por qué me pasa más en verano?

Meteorosensibilidad

Todos los seres vivos tenemos nuestra propia conexión con la naturaleza. Las personas hemos ido perdiendo cada vez más esa biología animal por nuestro estilo de vida, especialmente en las ciudades. No obstante no dejamos de tener esa conexión y cierta sensibilidad a los cambios de tiempo.

La meteorosensibilidad se refiere a la percepción física que se tiene a los cambios meteorológicos como la temperatura, la humedad, el viento o la presión atmosférica.

¿En qué afecta el verano? La temporada estival se caracteriza por una mayor temperatura y más horas de sol, y además de más intensas. El sol aumenta los niveles de vitamina D, la cual influye en la reparación y crecimiento de los nervios. Por lo tanto, en esta época se acelera la reparación neuronal, la cual puede desencadenar en estos calambres musculares.

Inactividad

Llega el verano y tenemos más tiempo. Si ese exceso de minutos va acompañado de periodos prolongados de descanso, los músculos se mantienen en posiciones estáticas, que promueven su acortamiento.

Para que el gemelo no se suba, tiene que estar lo más alargado posible. Una vida activa en la que el músculo se acorta y estira durante el movimiento es lo más adecuado. Sería ideal aprovechar el buen tiempo para tener más actividad y ejercicio físico.

Masaje en los gemelos
Masaje en los gemelos | Pexels

Falta de estiramientos

Es recomendable estirar un mínimo de 2-3 días a la semana para elongar los músculos y articulaciones. Además de ser positivo para conseguir amplitud de movimiento en los músculos, favorece para dar movilidad a la columna vertebral y la cadera.

Cuando no realizamos estiramientos, se reduce la flexibilidad y la longitud del músculo y del tendón, aspecto que puede provocar los temidos calambres.

Falta de hidratación

El verano nos trae temperaturas asfixiantes, como las que estamos padeciendo estos días con la ola de calor. Beber agua es importante para mantener la hidratación, ya que lo contrario favorece que aparezcan desequilibrios de electrolitos en la sangre.

Cuando existen estos desajustes, es factible que los gemelos se suban. Además, hidratarse bien es fundamental para la salud y así evitar consecuencias como la sensación de cansancio extremo, los mareos y los golpes de calor.

Estrés y ansiedad

En vacaciones, aunque pueda parecer lo contrario, también padecemos ansiedad o estrés. El día a día provoca que vayamos a una velocidad y a una intensidad más alta de lo normal, de modo que el cuerpo necesita un esfuerzo extra para mantener el nivel. Ese desafío lo estamos afrontando gracias al estrés.

Cuanto el nivel de actividad baja, aparecen sus consecuencias negativas. Esos calambres musculares pueden ser provocadas por la ansiedad o el estrés, que afectan al sistema nervioso.

Una mujer con ansiedad en la calle
Una mujer con ansiedad en la calle | Pexels

Posición del cuerpo al dormir

En invierno dormimos arropados y en posiciones más neutras, pero en verano no sabemos ni cómo ponernos para soportar el calor. Aunque parezca algo menor, sería necesario tener más consciencia sobre la posición que adoptas al dormir:

  • Flujo de sangre: Evita las posiciones que compriman y reduzcan el flujo sanguíneo, como las piernas cruzadas.
  • Posición de los pies: Busca que estén en una posición neutra, es decir, no forzada. La tensión que ejerce tener el pie en una posición tensa sobrecarga el gemelo.

Fatiga muscular

Hacer más ejercicio de lo que estamos preparados o no descansar bien aumenta el cansancio y la fatiga muscular. Controla bien la actividad que realizas. Tener más tiempo y aumentar la actividad está muy bien, pero es necesario no sobrepasar nuestros límites. No solo por los posibles calambres musculares, sino porque un exceso continuado es peligroso para la salud.

Edad

Aunque la edad que tenemos y los años que cumplimos no es algo que pase solo en verano, es importante tener en cuenta que a medida que nos hacemos mayores es más factible sufrir calambres musculares. De hecho, un estudio de BMC Family Practice concluye que los tirones son más comunes pasados los 50 años.

Novamas» Vida

Publicidad