REFUERZO POSITIVO
Por qué no tenemos que decir "¡qué bien!" todo el rato a nuestros hijos
¿Por qué ahora se dice que no hay que felicitar a los hijos cuando pintan un dibujo o aprenden algo nuevo? ¿Es malo decir que lo hacen bien? En este artículo vamos a diferenciar entre reconocimientos y alabanzas y qué efectos tienen.
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Una de las principales confusiones en la crianza positiva gira en torno a las alabanzas a los hijos. Hay que tener en cuenta que siempre hay un objetivo muy noble detrás de los elogios que hacemos como padres o madres: promover la confianza y seguridad de nuestros pequeños.
¿Cuándo se usan las felicitaciones y elogios?
Tradicionalmente, las alabanzas y el reconocimiento positivo se usa para:
- Hacer sentir mejor: Los padres quieren que sus hijos se sientan valorados y queridos. Elogiarlos es una forma de hacerles saber que son importantes, sin embargo, más adelante explicaremos la mejor forma de lograrlo.
- Reforzar comportamientos positivos: Los padres mayormente elogiamos a nuestros hijos por su buen comportamiento. Reforzar esas conductas puede fomentar que lo sigan haciendo.
- Mostrar apoyo: Habitualmente, los elogios sirven para que los padres muestren que están orgullosos de sus hijos y que apoyan sus intereses y esfuerzos.
- Evitar conflictos: A menudo, se elogia demasiado cuando los padres quieren evitar reacciones negativas por parte de sus hijos.
Por qué alabar constantemente a los hijos no es bueno
La alabanza excesiva puede tener efectos negativos en la autoestima y el comportamiento de los niños. Si elogiamos continuamente a nuestros hijos podemos estar enviando un mensaje de que el éxito y el fracaso se basan únicamente en la aprobación de los demás y no en el esfuerzo propio.
Además, un exceso de elogios puede hacer que los niños dependan demasiado de la aprobación de los demás para sentirse bien consigo mismos, lo que puede llevar a una autoestima frágil y una falta de confianza en sí mismos.
Cómo reforzar a los hijos de manera saludable
Os comparto 5 puntos para fortalecer la autoestima de los peques y adolescentes de forma saludable:
1. Asegúrate de elogiar el esfuerzo y no solo el resultado: Reconoce el esfuerzo y el proceso que tu hijo ha seguido. Por ejemplo, en lugar de decir "eres muy inteligente", podremos decir "realmente te has esforzado en esta tarea, me he dado cuenta".
2. Sé específico en los elogios: En lugar de hacer comentarios generales como "buen trabajo”, trata de ser más específico en lo que elogias, por ejemplo: “tu escritura ha mejorado mucho en los últimos meses”. Al ser específico, tu hijo sabrá exactamente lo que hizo bien y lo que puede seguir haciendo para mejorar.
3. Evita comparaciones: Nunca compares a tu hijo con otros niños, ya que esto puede hacer que se sienta inferior o no lo suficientemente bueno. En lugar de eso, céntrate en el progreso y celebra sus logros únicos y propios.
4. Haz que tu hijo sea parte de su proceso de autoevaluación: Ayuda a tu hijo a reconocer sus logros y a evaluar su propio progreso. Pregúntale qué piensa sobre su trabajo y qué puede mejorar en el futuro. De esta manera, aprenderá a ser consciente de su crecimiento y progreso.
5. Sé constante: Asegúrate de que tu hijo reciba elogios y refuerzos positivos de manera constante, pero hazlo cuando valga la pena, cuando tus elogios sean auténticos. Así, se irá sintiendo cada vez más seguro y confiado en sí mismo.
Recordemos que el objetivo de nuestra crianza es ayudar a desarrollar una autoestima saludable y duradera de nuestros hijos e hijas. Al seguir estos pasos, les estaremos ayudando a sentirse bien consigo mismos y a desarrollar la confianza necesaria para enfrentar con éxito los desafíos que se le presenten en la vida.
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