PERDER PESO
¿Por qué tengo la sensación de que el deporte no me ayuda a adelgazar?
Repasamos los principales motivos por los que crees que entrenar no sirve para bajar peso.
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"Estoy entrenando mucho, pero no pierdo peso". He escuchado muchas veces esta afirmación, aunque os adelanto que en gran parte de las ocasiones la creencia no se correspondía con la realidad. ¿Por qué ciertas personas tienen la teoría de que el deporte no les vale para adelgazar?
Cuando queremos bajar de peso, solemos decantarnos por alguna de estas vías:
- Comer mejor
- Hacer ejercicio físico
- Una mezcla de ambas
Hablamos de comer mejor y no de hacer dieta, porque la mayor parte de las restricciones de alimentos acaban en recuperación del peso perdido.
Resulta muy complicado comer menos de lo que el cuerpo necesita indefinidamente o restringir por completo un tipo de alimento en perjuicio de nuestra salud. Se trata de un cambio en la forma de alimentarnos que no podemos ni debemos mantener durante años.
Lo único que seríamos capaces de mantener en el tiempo es una mejora real de los hábitos alimenticios.
Estos buenos hábitos de alimentación ya conllevan que el balance energético sea más equilibrado y, en consecuencia, que vayamos bajando el peso.
Eso sí: adelgazar simplemente con dieta, dejando a un lado el deporte, va a hacer que pierdas masa muscular en lugar de grasa. Lo que deberías preguntarte, por lo tanto, es si tu objetivo es ver un número inferior en la báscula o mejorar tu composición corporal (reducir la grasa).
Entrenar y adelgazar sin dieta
Vamos a suponer que estás llevando el entrenamiento ideal para ti. ¿Qué puede estar pasando para que tu peso no baje?
1. ¿Tienes alguna patología y/o enfermedad? ¿Tomas medicación? Si estás con un entrenador, estas preguntas no te pillarán por sorpresa porque ya lo habréis hablado antes de empezar a entrenar.
Determinadas patologías y medicaciones complican la pérdida de peso, aunque otras son perfectamente compatibles.
2. ¿Realmente necesitas bajar de peso? Tener un exceso de peso no siempre implica que exista una necesidad de bajarlo. Si aún así estás convencido de querer bajar de peso, es interesante hacerse una medición previa de la composición corporal.
Conocer nuestro porcentaje de grasa, masa muscular, grasa visceral, porcentaje de agua, etc. nos ayuda a evaluar si tiene sentido intentar bajar de peso.
3. ¿Estás midiendo bien tus progresos? Cuando se quiere adelgazar, es frecuente pesarse varias veces a la semana o incluso al día. Esto es un grave error, porque el peso fluctúa en el mismo día e incluso de un día a otro, más aún en las mujeres, con los cambios hormonales que se producen durante el ciclo menstrual.
¿Cada cuánto debo pesarme?
Pésate como máximo 1 vez a la semana, preferiblemente el mismo día siempre, a la misma hora y en las mismas condiciones (mejor, en ayunas).
Esto da tiempo a que podamos hacer una comparación más real. De hecho, siempre es preferible esperar 15 días entre pesajes.
¿Cómo sé si lo que dice la báscula es real?
Mide tu composición corporal con una báscula de bioimpedancia o comprueba tus perímetros corporales (cintura y cadera son los más frecuentes).
Muchas veces, no es verdad que no estés adelgazando. La explicación está en que, cuando entrenamos, el cuerpo gana masa muscular y va reduciendo el porcentaje de grasa.
Por ejemplo, si hemos ganado 1 kilo de músculo y perdido 1 kilo de grasa... ¡Realmente habremos perdido volumen, aunque el peso total sea el mismo! Tengamos en cuenta que el músculo ocupa menos volumen que la grasa.
Es por eso que la finalidad de practicar deporte no puede ser tanto reducir el número de kilos como perder grasa.
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