DECORACIÓN
Regla de los tercios: Síguela para que tu casa parezca de revista
Descubre la regla infalible para acertar en la decoración de cualquier estancia.
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Enfrentarse a una estancia como si de un lienzo en blanco se tratara no es tarea fácil y puede convertirse en todo un reto, sobre todo si uno no cuenta con conocimientos de diseño. Sin embargo, son muchas las reglas de decoración que nos pueden facilitar la tarea.
Un claro ejemplo es la llamada regla de los tercios, la base de la cual radica en la decoración impar. Esta sencilla fórmula prueba que las estructuras constituidas a partir de cifras impares resultan más atractivas a la vista que las pares. Y es que, en decoración, menos es más. Según esta regla, por ejemplo, el número 3 permite confeccionar las más simples y bellas composiciones.
Se trata de una regla fundada con las normas que rigen en la propia naturaleza, es decir, lo que vemos en nuestro día a día al salir a la calle. Así pues, se basa en decorar un espacio estratégicamente de tal manera que siempre uses 3 elementos (o 5, 7... números impares).
Si quieres poner color en una estancia, por ejemplo deberás usar 3 colores que combinen. La mejor manera de hacerlo aplicando la lógica de la naturaleza es poner los más oscuros (el suelo de la calle), en la parte de abajo; los tonos medios (árboles o edificios), en medio; y los tonos más claros (el cielo), quedan en la parte superior.
Tres, el número ideal frente a otros impares
Lo que distingue al 3 del resto de números impares más altos es su habilidad para marcar patrones discernibles en nuestra mente, haciendo que los consideremos bellos y equilibrados.
Un trío de elementos ornamentales transmite proporción y armonía. Además, a diferencia de las composiciones más abundantes, transmite dinamismo y naturalidad y capta una mayor atención de nuestros ojos, que, de forma puramente instintiva, buscan siempre ubicar el centro.
Así pues, a la hora de plantear la decoración para el hogar es importante tener en cuenta la relevancia de las cifras impares, así como la opción de arriesgar con distintas alturas, sobre todo en la elección de tonalidades o en la distribución de lámparas u otros decorados.
Cómo aplicar la regla de los tercios en decoración
Esta regla puede aplicarse por igual a objetos de la misma naturaleza, como cuadros, jarrones o lámparas; así como a cualquier habitación o espacio.
Por ejemplo, si quieres decorar la superficie de una cómoda, evita poner solo 2 objetos y evita también colocarlos simétricos uno a cada lado.
La regla de los tercios apuesta por escoger 3 objetos (mejor si son de diferente altura y composición) y colocarlos en la superficie del mueble. Así pues, podríamos poner un par de libros en el lado izquierdo y, en el lado derecho, una lámpara y un joyero. También hay que evitar poner los objetos equidistantes (nada de poner un objeto en cada punta y otro en el centro).
Además de la infinidad de posibilidades que ofrece el mezclar de tres en tres colores, objetos y muebles, siguiendo esta regla también es un acierto apostar por la combinación de texturas y materiales.
Por ejemplo: un cruce entre madera, cristal y metal aporta proporción, a diferencia de un espacio cargado en exceso de un único material.
El mismo principio aplica a la hora de determinar la paleta de colores. Y es que, aunque es una elección que debe llevarse a cabo con cautela, siempre es una decisión acertada apostar por dos tonos claros o medios contrastados con un oscuro, que aportará el toque acentuado de color a la estancia.
No obstante, no es una regla que se deba utilizar a la fuerza cada vez que vamos a decorar. Sin embargo, es una herramienta muy útil a la que podemos recurrir para conseguir un espacio lleno de equilibrio y armonía, que además nos ofrece un sinfín de posibilidades en cuanto a combinaciones.
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