¿Reprimir el llanto es perjudicial para la salud?

Llorar es una respuesta biológica a una emoción: desde la alegría a la tristeza. Se trata de un fenómeno exclusivo de los seres humanos, ya que no hay otras especias que segreguen lágrimas como consecuencia a un estado emocional. A pesar de tratarse de un mecanismo puramente fisiológico, está muy estigmatizado socialmente como un signo de debilidad y vulnerabilidad. Estos prejuicios tienen peso en la sociedad y están fuertemente vinculados a los roles de género. Ya que, desde bien pequeños, a muchos niños se les inculca la idea errónea de que llorar les hace ser menos masculinos. Esto se puede ver reflejado con el hecho de que las mujeres lloran en 3,5 ocasiones de media al mes, mientras que los hombres lo hacen con una frecuencia de 1,9 veces, según el neurobiólogo Leo Newhouse, colaborador en la revista Health Harvard.

Consecuencias positivas de llorar

Según explica el neurobiólogo Newhouse, los beneficios del llanto se conocen desde la época clásica, ya que los médicos de la antigua Grecia y Roma postularon que las lágrimas funcionan como un purgante y drenante.

A día de hoy, hay numerosos estudios que avalan los beneficios de llorar. Un análisis publicado en la revista científica Frontiers in Psychology, constata que de que el llanto es un mecanismo autocalmante que nos permite liberar hormonas del estrés y regular nuestro estado emocional.

Newhouse apunta que hay distintas categorías de líquido lagrimal: lágrimas reflejas, lágrimas continuas y lágrimas emocionales. Las dos primeras categorías realizan la importante función de eliminar desechos y lubricar los ojos. Son las lágrimas emocionales, el tercer tipo, las que potencialmente ofrecen mayores beneficios para la salud. El neurobiólogo explica que los investigadores han establecido que llorar libera oxitocina y opioides endógenos, también conocidos como endorfinas. Estos químicos ayudan a aliviar el dolor físico y emocional. Además, apunta, también se ha demostrado que llorar aumenta el comportamiento de apego, fomentando la cercanía, la empatía y el apoyo entre individuos.

Perjuicios de reprimir el llanto

Vistos los numerosos beneficios que tiene el hecho de llorar, es una evidencia que reprimir este mecanismo no es algo bueno. Pero para concretar más, un estudio, de la universidad alemana Friedrich Schiller, ha relacionado el afrontamiento represivo del llanto con el hecho de tener un sistema inmunológico menos resistente. Además, constata que esta conducta puede estar también vinculada con el cáncer y enfermedades cardiovasculares, sobre todo la hipertensión. También se relaciona con afecciones en salud mental como el estrés, la ansiedad y la depresión.

La importancia de librarnos del estigma

Los roles de género son un constructo social muy arraigado en la sociedad. Estos perpetúan una imagen de la masculinidad incompatible con el hecho de que un hombre pueda expresar sus emociones con libertad. Por este motivo, muchos niños crecen reprimiendo sus sentimientos y de adultos sufren de bloqueo emocional. Así lo constata el neurobiólogo Newhouse que reivindica el importante papel de la educación y pone en énfasis el hecho de que se rompa con este constructo social para que los hombres crezcan pudiendo expresar sus sentimientos.

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