FRÍO Y PANDEMIA
Sabañones en niños, ¿qué debes hacer?
Los sabañones son un problema de la piel que aparece con relativa frecuencia en invierno en zonas frías. Pero, ¿qué pasa en España que este invierno tenemos en casi todas las comunidades autónomas niños con sabañones? Descubre la solución a este misterio y qué hacer en caso de que tu hijo los sufra.
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Primero debes saber qué son los sabañones y por qué se producen. El término científico de los sabañones es eritema pernio o perniosis. Los llames de una manera más o menos científica no son más que lesiones inflamatorias y rojizas en zonas más lejanas de nuestro cuerpo, llamadas zonas acras. Dentro de estas zonas tenemos las manos, los pies o las orejas.
Los sabañones pueden verse no sólo como unas manchas rojas, sino que también pueden aparecer zonas inflamadas, producir ampollas o pequeñas ulceritas. Tu hijo puede no quejarse de nada, pasando por algo de quemazón u hormigueo hasta picor o dolor más intenso.
Aunque con el inicio de la pandemia de COVID-19, los médicos vieron lesiones tipo sabañón relacionadas con este nuevo coronavirus, no cualquier sabañón es debido al SARS-Cov-2 y ahora, en invierno, lo más habitual es que se vean relacionados con el frío. En la mayoría de niños, los sabañones ocurren única y exclusivamente como una respuesta anormal de los vasos sanguíneos de la piel al frío. ¿Los sabañones únicamente se relacionan con el frío? No, en personas mayores puede asociarse también a otras enfermedades, pero mucho menos frecuentemente.
¿A qué se debe el misterio de este año? ¡En casi cualquier comunidad española hay niños con sabañones!
Seguro que ya te lo sabes al dedillo, si no te lo recordamos. Con la pandemia de COVID-19 hay una serie de recomendaciones fundamentales que debemos seguir para aplanar la curva y evitar los contagios. Unas recomendaciones que podemos resumir con el acrónimo DI MA-MÁ (DIstancia-MAscarilla-higiene de MAnos). A eso hay que añadirle la importancia que tiene la ventilación de los espacios cerrados actualmente.
Los colegios han demostrado ser lugares seguros, ya que no son lugares en los que los niños se contagien habitualmente. ¿Por qué? Porque tanto niños como docentes están haciendo una labor maravillosa. Las ventanas están abiertas durante toda la jornada escolar y, aunque haya zonas en las que las temperaturas no son llamativamente bajas, a primera hora siempre hace fresquito. Aquellos niños que se sientan en clase pegados a las ventanas son los que más fácilmente están consultando por sabañones en las orejas. Si ya nos vamos hacia tierras más frías en las que todos los años se ven sabañones, este año con la apertura de ventanas y el fomento de las actividades al aire libre es mucho más de lo habitual que otros años.
¿Cómo saber si lo que tu hijo tiene es un sabañón?
Con verlo suele ser suficiente. Son lesiones en zonas distales, como las que te hemos descrito antes y en niños en los que hay una historia de exposición al frío. Los médicos tampoco suelen necesitar hacer ninguna prueba para diagnosticarlo, viéndolo lo saben.
¿Qué hacer si tu hijo tiene sabañones?
Primero estate tranquila, no es nada malo, son lesiones benignas y transitorias. En 2-3 semanas el problema estará resuelto. El mejor tratamiento para los sabañones es el calorcito. Es cierto, que cuando hay mucho dolor o inflamación, el médico decidirá si hay que poner un tratamiento específico en crema para tu hijo. Pero no es lo habitual.
Hace unos meses, en las vacaciones de Navidad, las consultas por sabañones se tranquilizaron. Nada como el calor de casa para solucionarlos. Está claro que en el segundo trimestre, en el que aún quedan meses de frío, debemos trabajar desde la prevención, usando gorro u orejeras si hiciese falta para las clases.
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