CALZADO INFANTIL

Sandalias para niños: esto es en lo que te debes fijar antes de comprarlas

Hablamos con Neus Moya, enfermera y podóloga infantil que nos explica todo lo que debemos saber del cuidado del pie y en qué tenemos que fijarnos a la hora de elegir el mejor calzado para los peques de casa.

Sandalias para niños

Sandalias para niñosiStock

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Cuando suben las temperaturas nos urge buscar el mejor calzado para pasar el verano: que sean cómodos, que no nos hagan rozaduras y que cuiden de los pies que han estado protegidos toda la temporada entre calcetines y zapatos cerrados.

Si para los adultos es un rompecabezas, cuando se trata de elegir el calzado más apropiado para los peques de casa, la tarea se complica más todavía. En NovaMás hemos hablado con Neus Moya, enfermera y podóloga infantil, que hace una labor muy didáctica en redes para que "mamis & papis" tengamos claros los conceptos más importantes a la hora de elegir las mejores sandalias para nuestros hijos e hijas.

¿Qué debemos tener en cuenta antes de comprar un calzado?

No es necesario que un profesional analice la forma de caminar del peque antes de comprar un zapato, pero sí que “debemos conocer el tipo de pie que tiene un niño -que además puede variar conforme vaya creciendo- y cuál es el zapato más adecuado para él, porque un adulto es capaz de saber cuando le va estrecho, ancho, largo o corto, pero un niño no”, nos recuerda Neus Moya.

¿En qué características del zapato nos tenemos que fijar a la hora de elegir un modelo u otro?

La especialista en podología infantil nos explica en qué elementos de un zapato nos debemos fijar antes de comprarlo:

  • La suela que tiene que ser delgada -según la franja de edad puede variar entre 3 y 8 milímetros-, dura y flexible -especialmente en la zona de los metatarsianos.
  • La puntera debe ser amplia y permitir que todos los dedos estén abiertos y puedan amarrarse al suelo. Es importante asegurarnos de que el pulgar esté recto para favorecer el despegue de la marcha y evitar que se monten unos dedos sobre otros.
  • Un sistema de regulación que permita una correcta adaptación al pie del pequeño y que tenga en cuenta su empeine “el grandísimo olvidado”, además de fomentar la autonomía del niño a la hora de abrocharse el calzado.
  • Una plantilla -preferiblemente extraíble-; sin drop -diferencia de altura entre el talón y la puntera del pie-; sin ningún elemento anatómico en el medio del puente que no afecte a su desarrollo -los niños tienen el pie plano hasta los 8 o 9 años- ni a su inclinación -valgo fisiológico debido a la laxitud de los tendones en crecimiento-.

¿Qué es el calzado respetuoso?

Es un hecho que el consumo de calzado respetuoso está en auge, es el más ergonómico y el que recomiendan los especialistas, pero ¿sabemos de qué se trata? Neus Moya nos lo explica: "Aquel que no influye -ni perjudica ni beneficia- en el desarrollo de la marcha del niño".

Lejos de ser una moda, el éxito de este tipo de calzado es un proceso de cambio de mentalidad hacia una sociedad más sana y hacia un conocimiento del desarrollo de los pies más allá del márquetin. No obstante, Neus advierte que "últimamente se está desvirtuando muchísimo el concepto de calzado respetuoso con fines comerciales para promocionar aquel calzado que no perjudica el desarrollo de la marcha del niño, para promocionar la corriente extremista del calzado minimalista o simplemente por fabricantes que no entienden bien el concepto".

¿Qué calzado de verano debemos elegir para los niños?

Cuando miramos un escaparate de calzado infantil y nos enfrentamos a la gran variedad de sandalias que podemos elegir para los peques, la pregunta más frecuente que nos hacemos es ¿puntera y trasera abierta o mejor cerrada? Neus Moya recomienda siempre puntera cerrada en los niños más pequeños "por el simple hecho de la habilidad motora". "La práctica clínica me ha ayudado a afirmar que cuanto más pequeño es el niño más dificultad tiene para dominar el calzado, por lo que una puntera abierta puede hacer que la suela se quede enganchada en el suelo y es cuando se producen caídas", advierte.

"El calzado siempre tiene que ir completamente sujeto al pie

Recuerda Neus Moya

Sea como sea, la podóloga recuerda que "el calzado siempre tiene que ir completamente sujeto al pie. El niño no tiene que hacer chancla, no tiene que hacer garra con los dedos para levantar el zapato, hecho que modificaría la marcha del pequeño y fomentaría las caídas y los resbalones". Recalca también que "el zapato sea de verano o de invierno, debe ser regulable".

No obstante, hay que tener en cuenta el tipo de actividad que el niño va a realizar, no es lo mismo elegir un calzado para ir a jugar al parque con arena o con una bicicleta, que los niños suelen frenar arrastrando la punta de los pies, que hacer alguna actividad más tranquila.

"Para el agua lo mejor son calzados frescos, escarpines o calcetines que protejan el pie de microheridas e infecciones -bacterias, hongos, verrugas plantares y dactilitis de piscina-", recomienda Neus Moya. Añade que "para las actividades extraescolares siempre recomiendo zapato cerrado, cogido y lo más fresco posible. Un calzado deportivo o cangrejeras de montaña son una muy buena opción". Y recuerda que "es muy importante llevar calzado específico para una actividad específica: deportivas de tenis para practicar tenis, de running para practicar running, etcétera".

¿Cómo tenemos que cuidar los pies durante todo el año?

Es imprescindible llevar una buena higiene para cuidar los pies durante todo el año. Debemos lavar con agua y jabón y secar cuidadosamente los dedos para mantener un pie limpio y seco. Además, "es muy importante no introducir ningún elemento para sacar la suciedad de las uñas, porque aumentamos el espacio entre la uña y la carne y la suciedad cada vez va a entrar más hacia el fondo. Debemos limitarnos a utilizar un cepillo para limpiar las uñas", nos aconseja Neus Moya.

En cuanto al corte de uñas"es muy importante que sea recto, tomando como referencia la parte distal -más larga- del centro de la uña, de manera que queden dos picos en las esquinas, que no deben cortarse bajo ninguna circunstancia para evitar que se claven", reclama la experta. "Si molestan o se enganchan, podemos limarlas de forma muy cuidadosa", añade.

Por último, la podóloga nos informa que los calcetines no deben ser justos, siempre deben ser de una talla que tenga un poco de margen para evitar comprimir los dedos y nos recuerda que "hoy en día existen calcetines con la puntera totalmente cuadrada para que los niños tengan más espacio entre los dedos".

Podología infantil
Podología infantil | Neus Moya
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