Ser egoísta a veces es bueno: descubre por qué

Al pensar en egoísmo, las connotaciones relacionadas con esa palabra son, en su mayoría, negativas. La RAE lo define como "inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás". El egoísmo también puede afectar en nuestras relaciones con otras personas si solo pensamos en obtener beneficios con ellas. Pero no todo debe ser blanco o negro, en la vida existen ciertos matices. El egoísmo positivo es aquella corriente que define esta actitud como colocar nuestras propias necesidades por encima de los demás. ¿Pero qué es el egoísmo positivo? En el vídeo de arriba y en este artículo te lo explicamos.

El egoísmo positivo

Cuidar de nuestra salud mental debe ser un aspecto a valorar cada día. El sobrecargarnos con todo y preocuparnos únicamente por las necesidades de los demás puede acarrear consecuencias negativas. Cuando no te encuentras bien contigo mismo, se hace muy complicado cuidar de los demás, se trata de fisiología básica, debes pararte y reflexionar.

Tómate tu tiempo. Si estás estresado, delega, si las tareas te superan, pide ayuda; estas acciones no te hacen ser egoísta, se hacen pensando en uno mismo para luego ser mejor persona con los demás. El hoy por ti y mañana por mí, podría parecer un sentimiento egoísta al decir "hoy te ayudo, pero luego lo deberás hacer tu". Pero este tipo de egoísmo no perjudica a nadie, ambos están sacando algo positivo.

Una cualidad relacionada con el egoísmo son las dotes de liderazgo. Las personas egoístas tienen más confianza y menos probabilidades de renunciar a los objetivos, ya que no tienen miedo a decir lo que quieren como, por ejemplo, un aumento de salario. Esta cualidad está muy relacionada con las relaciones personales, aquellos que son más líderes suelen ser menos manipulables y establecen muy bien sus límites de que quieren en sus vidas.

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