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Síndrome del gato paracaidista: Cómo puedes evitar que tu mascota se tire por la ventana
Más del 90% de los casos de accidentes de este tipo se dan en gatos que viven en pisos en altura.
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En el mundo de las mascotas hay siempre determinadas enfermedades que dan mucho miedo y que sin querer nos condicionan a la hora de elegir un tipo de animal u otro como compañero de hogar. Los amantes de los gatos suelen preocuparse del futuro carácter de su minino y de si romperá las cortinas, pero poco se conoce de este problema.
¿Qué es el síndrome del gato paracaidista? No se trata de gatos aficionados al ¨puenting¨ ni con alguna tara psicológica que les haga saltar al vacío. Por desgracia es algo mucho más frecuente y hoy vamos a intentar ayudaros.
Una de las urgencias más peligrosas que nos encontramos en la clínica es un caso de gato que se ha caído desde un piso elevado. Esa es la situación real: el minino ha caído al vacío sin querer. La causa suele ser intentar cazar alguna paloma que estaba posada en la barandilla de la terraza y salió volando, y nuestro gatito salió tras ella sin ser consciente de que más allá de la terraza solo había vacío y una caída en picado.
¿Cómo es posible que no sepan que no hay suelo?
Como suele pasar, vivimos demasiado rápido en nuestro mundo de humanos y no nos paramos a pensar que nuestra mascota felina no sale del piso en toda su vida. Con suerte puede subir y bajar de algún mueble y eso le hace estar ágil pero poco más. No por ello son infelices, todo lo contrario, pero sí les mermamos sus instintos y su capacidad de ser conscientes del mundo que existe más allá de las paredes de casa.
Los gatos que viven en casas aisladas, con jardín y escaleras, suelen tener menor probabilidad de caerse de una ventana. Están más habituados a las diferencias de altura y no creen que el mundo es plano. Más del 90% de los casos de accidentes de este tipo se dan en gatos que viven en pisos en altura, de un tercero en adelante.
Una maravilla de estos asombrosos animales es la capacidad para recolocar su posición en el espacio durante la caída, como si de un superhéroe Marvel se tratase. Gracias a esta cualidad innata, podemos decir que muchos gatos sobreviven a caídas de más de 5 metros de altura, no sin daños importantes, por supuesto.
¿Qué lesiones pueden sufrir?
Lo más importante es saber que siempre que un gato se cae desde una altura, hay que llevarlo a la clínica inmediatamente, independientemente de que le veamos andar bien y parezca que no tiene nada. Los mayores riesgos en las caídas son sobre qué parte del cuerpo han caído. Cuanto más alto es el piso, más fácil es que giren y suelen tener fracturas en las extremidades delanteras, graves, pero no mortales.
Si algún árbol o toldo frena su caída, pueden presentar lesiones laterales en cabeza o tórax que a priori no vemos y que son extremadamente peligrosas.
Si el piso es menor de un tercero, quizás no tuvo la altura suficiente para realizar el giro y la caída fue sobre la espalda o el abdomen, siendo estos golpes los más peligrosos, ya que, aunque en el momento justo de la caída parecen estar ilesos, la vejiga puede haberse roto internamente o alguna costilla puede haberse clavado en el pulmón.
Lógicamente, mucho más de 5-6 metros es realmente peligroso y la fuerza del impacto puede acabar con la vida de nuestro amigo, por lo que es muy importante saber cómo evitar este riesgo.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Cuando nos mudamos a un piso hay varias cosas que podemos plantearnos de cara a la seguridad de nuestra mascota. Es buena idea instalar mosquiteras en las ventanas para evitar que acceda al exterior.
Otra opción es colocar una malla en la terraza que evita que pueda subirse a la barandilla y saltar. Si hay que cambiar las ventanas de la casa, se puede aprovechar y ponerlas oscilobatientes, para poder abrirlas en V verticalmente y evitar en mayor medida que puedan subirse.
Siempre es mejor que nuestro gatito esté activo y en forma. Un animal ágil tendrá más facilidad para girar y reflejos a la hora de evitar un desequilibrio. Dedicar un rato del día a satisfacer las necesidades de juego y caza de nuestra mascota también hará que esa energía no la emplee en buscarse entretenimientos externos.
Un Árbol rascador para gatos, les ayuda a tener juegos en altura, distraerse y establecer esa zona como propia a modo de guarida y cobijo.
A la hora de adquirir una mascota debemos informarnos en alguna clínica veterinaria sobre los preparativos que debemos realizar de cara a evitar problemas tanto a vecinos como a la misma mascota. Pretender que se adapten a nuestra casa y forma de vida sin querer dedicar tiempo ni dinero en ello es no empezar con buen pie nuestra futura relación que afortunadamente durará una media de 14 años.
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