CASO A CASO
¿Son recomendables los tratamientos estéticos en adolescentes?
En España, población cada vez más joven se realiza tratamientos de cirugía estética. La edad media se situa ahora en 20 años mientras que rondaba los 35 hace una década.
Publicidad
La edad media con la que se realizan los tratamientos estéticos en España ha descendido considerablemente. Según un reciente informe realizado por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) los españoles se inician en la estética bastante más jóvenes que hace una década, con una edad media de 20 años versus los 35 años con los que solían acudir a la consulta.
Aunque esta edad no hace referencia a los adolescentes, traduce que cada vez son más los jóvenes que tienen interés por realizarse un tratamiento estético. Y es que, con la influencia de las redes sociales cada vez mayor, es fácil cuestionarse el físico ya que muchos están continuamente expuestos al público y a sus posibles críticas.
Así mismo la posibilidad de aplicar filtros a los retratos que incluso simulan como luciría el rostro con un retoque de medicina estética podría conllevar un mayor deseo de lucir tal y como se luce en la imagen, buscando en ocasiones el rostro "perfecto" que muchos sabemos está lejos de la realidad.
Retoques estéticos en la adolescencia
La adolescencia es una etapa de cambios físicos y emocionales, donde puede haber una mayor susceptibilidad a la percepción y críticas acerca del físico que pueden tener un impacto negativo en la autoestima y la salud mental.
Una reciente encuesta realizada en Italia a adolescentes con edades comprendidas entre 13 y 18 años revela que el 78% de las chicas y el 54% de los chicos están insatisfechos con su imagen corporal y que el 49,2% estaría dispuesto a realizarse una cirugía estética.
Algunos de los encuestados ya se habían realizado una cirugía estética para corrección de nariz, orejas o mamás, siendo mayor el número de chicos que chicas en este caso (5.3% vs 1.9%).
Cirugía reconstructiva o por una patología
En este contexto creo que debería diferenciarse una cirugía reconstructiva en casos de alguna malformación física bien sea congénita o adquirida por un accidente o traumatismo, y que podría perjudicar negativamente la autoestima y la salud emocional del adolescente, sobre todo en un mundo muy expuesto al bulling.
Así mismo debe diferenciarse el tratamiento del acné en el adolescente que se considera una patología de la piel y no un tema meramente estético o el tratamiento de las cicatrices de acné, queloides u otras cicatrices por quemaduras, cirugías, accidentes, etc, que además de una connotación estética puede ser molestas con dolor o picor.
Por otro lado, llama la atención que en otra encuesta realizada en Italia el 14% de las adolescentes de 16 años desearían realizarse una cirugía de aumento de mamas. Así mismo, registran que un número elevado de adolescentes desearían realizarse tratamientos con toxina botulínica, ácido hialurónico, cirugía de párpados, de definición de pectorales e incluso de reconstrucción del himen.
Reino Unido prohibe los neuromoduladores con fines estéticos
En Reino Unido el incremento en la realización de procedimientos estéticos en menores de 18 años durante el año 2020 (más 41.000), sobre todo de aumento de labios con ácido hialurónico y de toxina botulínica, llevó a las autoridades a prohibir el uso de neuromoduladores con fines estéticos en menores de edad.
En España no contamos con datos concisos o estadística de la realización de tratamientos estéticos en adolescentes, sin embargo, en la consulta se aprecia tal y como consta en el informe de la SEME una disminución en la edad de de demanda de los tratamientos estéticos.
Como profesionales de la salud es fundamental por un lado evaluar de forma objetiva las posibles necesidades estéticas del paciente adolescente con una malformación física o un problema médico al que se le pueda ofrecer una solución segura y con bases médicas, diferenciado siempre un posible caso de dismorfofobia o alteración en la percepción del físico.
Para esto es fundamental también establecer una adecuada relación médico-paciente y en estos casos también con los padres, para intentar comprender las demandas del paciente adolescente en cuanto a mejorar su físico y desde luego deben siempre explicarse detenidamente los posibles efectos indeseados o complicaciones que podrían acarrear los procedimientos estéticos.
Publicidad