LA NECESIDAD DE RASCARTE

¿Tienes picores en la piel? Harvard descubre cómo aliviarlo

Expertos de la Facultad de Medicina de Harvard descubren la bacteria común de la piel que actúa sobre las células nerviosas y provocan la necesidad de rascarse. Su nombre es Staphylococcus aureus y también se ha logrado conocer cómo aliviar este intenso y persistente picor en la piel.

Acción de rascarse

Acción de rascarseiStock

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Quizás esta noticia no tenga interés para algunos, pero para otros significa un hallazgo único que puede cambiar sus vidas. No todos los días los científicos de la Facultad de Medicina de Harvard descubren un nuevo mecanismo detrás de la sensación de picor, por lo que para aquellos que sufren dermatitis atópica o psoriasis es un día importante. Por primera vez, se le ha puesto nombre a la bacteria común de la piel que causa el picor.

Los resultados del estudio, realizado con ratones y células humanas, arrojaron luz al enigma del picor con la constatación del Staphylococcus aureus, una bacteria común de la piel que puede causar picor cuando actúa directamente sobre las células nerviosas. De esta manera, dejaremos atrás la creencia de que la aparición de picor, tras sufrir un eccema o la dermatitis atópica, se debía a la inflamación de la piel. Pero las nuevas conclusiones no dicen lo propio.

Estas afecciones comunes de la piel vienen acompañadas de un picor persistente debido al desequilibrio de los microorganismos, los cuales mantienen sana nuestra piel. A causa de ello, el Staphylococcus aureus florece y termina provocando este intenso picor. Es decir, no es otra cosa que la propia bacteria la que provoca por sí misma el picor al persuadir una cadena de reacciones que concluye en la necesidad y el deseo inconsciente de rascarse.

Existe un medicamento contra el picor

"Hemos identificado un mecanismo totalmente nuevo detrás del picor: la bacteria Staph aureus, que se encuentra en casi todos los pacientes con dermatitis atópica crónica. Demostramos que el picor puede estar causado por el propio microbio", explica Isaac Chiu, el profesor de Inmunología en el Instituto Blavatnik del HMS. No obstante, el hallazgo también estuvo acompañado de una solución para terminar con esta insoportable sensación.

El equipo de investigadores descubrió que dicha bacteria liberaba una sustancia química que activa la proteína PAR1, la cual se encuentra en las fibras nerviosas que transmiten señales de la piel hasta el cerebro. Sin embargo, en esta línea, los investigadores lograron bloquear la activación de dicha proteína, la cual interviene en la coagulación de la sangre. Para ello, utilizaron un medicamento anticoagulante que ya existe en el mercado.

Por supervivencia

Dicho medicamento actuó de manera óptima en los ratones que realizaron el estudio. El tratamiento bloqueó la activación de la proteína PAR1, alivió los síntomas y minimizó los daños en la piel. De esta manera, se logró un hallazgo novedoso que abre un gran ventanal para la creación y diseño de medicamentos orales y cremas tópicas que buscan aliviar el persistente picor. Aquellos que padecen dermatitis atópica, prurigo nodular o psoriasis lo celebran.

Pero, ¿por qué esta bacteria da picor? Lo cierto es que no está claro cómo provocan esta intensa sensación. Tampoco el motivo por el que lo hacen, el cual estaría relacionado con su propia evolución o supervivencia, según una primera teoría de los investigadores. Es decir, el picor beneficia a la bacteria. En esta línea, la mayoría defienden que estos patógenos se aprovechan del picor y otros reflejos neuronales para protegerse y propagarse.

"Es una especulación en este momento, pero el ciclo de picor y rascado podría beneficiar a los microbios y permitir su propagación a lugares distantes del cuerpo y a huéspedes no infectados. ¿Por qué nos picamos y rascamos? ¿Nos ayuda a nosotros o ayuda al microbio? Es algo que podríamos investigar en el futuro", concluía Liwen Deng, la primera autora del estudio e investigadora postdoctoral del laboratorio Chiu.

Los investigadores, y el mundo entero, celebran el hallazgo que abre la posibilidad de incluir el ingrediente activo del medicamento en la base de cremas tópicas contra la picazón.

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