CACHORROS
Tips efectivos para enseñar a tu mascota a orinar donde toca
Te contamos lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer para enseñar a tu cachorro dónde tiene que hacer sus necesidades.
Publicidad
La idea de coger un cachorrito es adorable hasta que te enfrentas a la realidad de lo que supone un cachorro: rompen cosas, lloran por las noches y lo menos llevadero, se hacen pis y caca por todos lados.
Por desgracia hay muchos mitos sobre cómo solucionar esa situación y actuar erróneamente solo complica más ese proceso de aprendizaje.
Los gatos orinan en el arenero
Si nuestra mascota es felina, se puede decir que vienen con la lección aprendida de fábrica. Raro es el gatito que no va al arenero, ya sea porque en la calle buscaba donde enterrar sus excrementos o ya sea por imitación de su madre al nacer en una casa. Sin duda, en este asunto, los propietarios de gatos salen mejor parados.
Cómo enseñar a un perro
Con los cachorritos caninos tenemos que trabajar un poco más y durante unos meses para que todo vaya luego rodado. Vamos a intentar orientar a los “nuevos papás” para que las pautas sean lo más efectivas posibles.
1. No se castiga
Por más frustrante que sea, no podemos castigar a un perrito de 2 meses porque no sepa hacer las cosas como nos interesa a los humanos. Debemos tener la misma paciencia que empleamos con los bebés humanos a la hora de quitar el pañal. Pretender que obedezca a frases como ¨en el salón, no. En el baño, sí¨…es mucho pretender.
Para ellos todo el suelo es igual, salvo en un jardín, en el que puede haber diferentes texturas como suelo, césped y arena, en el que le será más fácil comprender dónde sí y dónde no puede.
Lo más que puede pasar es que busque una zona diferente, por ejemplo, una alfombra, pensando que esa zona es la destinada a ello. Otras veces, al estar siempre en zona de baldosa, buscan el espacio con suelo de madera, etc. Los sprays repelentes o polvos especiales para entrenarlos tampoco suelen funcionar ya que no están marcando la casa, sino que simplemente están aprendiendo cómo tienen que actuar.
2. Hay que ponérselo fácil
Volviendo al ejemplo del bebe con pañales, cuando nos vemos en esa tesitura, tenemos un orinal cerca de nosotros casi siempre, en determinados sitios estratégicos, porque muchas veces ocurre que no da tiempo a llegar.
En nuestro caso, lo más frecuente es usar empapadores para que el cachorro haga pipí. Si tenemos uno en el baño porque ahí es donde tiene que hacerlo, no va a llegar hasta que tenga los 5 meses y quizá es ya tarde para que lo entienda.
"La mejor manera que tenemos para que lo vea como un juego es poner el 80% del suelo donde pasa la noche, cubierto con empapadore o periódicos, dejando ese 20% lo más próximo a su camita."
Para ellos la textura del empapador es fácilmente reconocible, así como los periódicos, y si encima huele un poquito a orina, les ayuda a reconocerlo.
Hay que ponérselo fácil. Si ponemos un empapador en cada sala que esté, poco a poco reconocerá esa zona como su váter.
3. Paciencia
Por más que nos irrite levantarnos con prisas a las 7 de la mañana para ir a la oficina y ver la zona afectada repleta de pises, no vamos a conseguir que controle los esfínteres antes de los 3-4 meses. De nada sirve pegarle, gritarle, castigarle ni lo tan comúnmente escuchado: ¨hay que restregarle el hocico en sus excrementos para que sepa porque le estas regañando y que así lo entienda¨.
Lamentablemente así solo conseguiremos que coja miedo y que cada vez que nos vea enfadados, tiemble, aún sin saber por qué. La mejor manera que tenemos para que lo vea como un juego es poner el 80% del suelo donde pasa la noche, cubierto con empapadores o periódicos, dejando ese 20% lo más próximo a su camita. Con eso conseguiremos que siempre acierte y le daremos premios, sobre todo cuando lo veamos hacerlo. Poco a poco podremos eliminar la zona cubierta y la llevaremos lo más próxima a la puerta.
4. Juguetes
Siempre es importante darle al cachorro alternativas de juego. Por naturaleza, son animales curiosos y activos y necesitan explorar las diferentes texturas que tienen a su alrededor.
Suelen ser así mismo bastante glotones porque están en crecimiento, así que podemos utilizar esa característica a nuestro favor. Si le dejamos 6 horas solo, probablemente a los 30 minutos el empapador esté destrozado. Su camita es su cueva, luego salvo aburrimiento extremo no suelen mordisquearla.
Los juguetes no se mueven ni huelen a nada, por lo que les entretienen solo un ratito y el comedero y bebedero suelen ser de metal, por lo que no se puede morder… solo queda el empapador que tiene diferentes texturas y una vez roto, se expande en forma de algodón volador… un premio en toda regla.
Si le ofrecemos algún juguete en el que podamos meter bolitas de su pienso, se entretendrá el tiempo suficiente intentando sacarlas y, cuando se aburra, intentará ver si en el resto de los juguetes también hay… Así que cuantas más opciones de juego le pongamos, menos posibilidades hay de que destroce su particular pipican.
5. Salir a la calle
Sobre los 3 o 4 meses ya pueden salir a la calle y nos enfrentamos a la otra realidad. Se aguanta durante horas en el paseo hasta que llega a casa y decide hacer ahí sus cosas.
Por frustrante que parezca, lo más efectivo es salir a pasear con tiempo y con un empapador. Cuando el cachorro empieza a tirar para casa, pondremos cerca de un árbol el empapador y como si fuera magia, nuestro mejor amigo entenderá lo que tiene que hacer. Una buena dosis de premios y fiestas terminan de obrar el milagro. Igual nos toca salir así durante un par de semanas, pero en nada de tiempo lo tienen totalmente interiorizado.
Por otro lado, el saber que, tras las comidas, a los 20 min se activa el reflejo gastro-cólico, nos ayudará a planear los paseos, sobre todo al principio, a la media hora de ponerle la comida, y nos será mucho más fácil que acierte a hacer todo durante el paseo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR...
Cómo reñir a un gato para que sepa que ha actuado mal
Publicidad