TRUCO
¿Tu toalla tiene un olor desagradable por la humedad? Así conseguirás que huela bien de nuevo
Con el uso diario, las toallas mojadas pueden acabar adquiriendo un olor desagradable por la humedad. Debemos de cuidarlas y lavarlas adecuadamente para que no adhieran malos olores en sus tejidos y así permanecerán limpias durante más tiempo.
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Las toallas son un accesorio de uso habitual en nuestro día a día. Los tejidos de los que están hechas, como el algodón o la microfibra, tienen una gran capacidad para absorber el agua, por lo que, al usarlas para secarnos, se impregnan de ella.
Además, suelen estar en el baño, que es un lugar húmedo por naturaleza. El agua caliente de la ducha o la bañera aumenta la humedad del ambiente, lo que facilita que las toallas se humedezcan aún más.
Las toallas mojadas pueden acabar adquiriendo un olor desagradable por la humedad. Si no ventilamos el baño, ese olor puede adherirse de forma permanente en el tejido de la toalla, haciendo que tengamos que lavarlas continuamente a causa del mal olor que se impregna en los tejidos al estar mojadas. Debemos ventilar bien el baño después de mojarlas para que así se sequen y evitemos malos olores persistentes.
Cuando las toallas están húmedas, se crean las condiciones para que proliferen los hongos y las bacterias. Estos microorganismos pueden producir un olor desagradable, que es el que conocemos como olor a humedad.
No es necesario tirarlas o comprar unas nuevas cuando percibimos ese olor, sino recurrir a este método para evitar que se estropeen con el paso del tiempo. Así les daremos un cuidado óptimo diariamente para evitar el mal estado de las mismas.
Para su limpieza, es mejor no lavar las toallas con suavizante, ya que debilita las fibras de la toalla y puede dejar un residuo que hace que las toallas sean más difíciles de secar y que también puede favorecer el crecimiento de hongos y bacterias. Si quieres que tus toallas queden suaves y esponjosas, puedes utilizar otros productos naturales, que no dejan residuos y no dañan las toallas.
En el cajetín de la lavadora del suavizante meteremos un chorro de vinagre. El vinagre es un producto natural que tiene muchas propiedades beneficiosas para la limpieza, como suavizar las fibras de los tejidos, lo que lo convierte en una buena alternativa al suavizante de telas. Las toallas no saldrán con olor a ensalada, ya que el vinagre es antibacteriano y desodorante. Pero si aún así queremos que salgan con algún olor agradable, podemos echar unas gotas de aceites esenciales en el mismo cajetín antes de lavarlas.
Otro producto natural con propiedades beneficiosas es el bicarbonato de sodio. Entre ellas, su capacidad para suavizar las fibras de los tejidos por lo que también puede ser una buena alternativa para suavizar nuestras toallas. Simplemente debemos meter en el tambor de la lavadora junto a las toallas un cazo de bicarbonato de sodio. Podemos usarlo a la vez con el vinagre para librar aún más a fondo el tejido de las toallas de las bacterias y así conseguir un lavado eficaz y completo para que las toallas estén perfectas.
Después de este lavado, no quedará ni rastro del olor a humedad, y el tejido permanecerá intacto durante muchos usos más.
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