EVITA RIESGOS
Todo lo que necesitas saber de la vacuna de la tosferina que protege al feto y no a la madre
Cualquier persona puede contagiarse de tos ferina, pero es mucho más frecuente en niños menores de 5 años, siendo especialmente grave en bebés recién nacidos que aún no han sido vacunados.
- [[LINK:INTERNO|||Article|||662911d638bab0e46293c33a|||¿Es verdad que es mejor no cortar el cordón umbilical nada más nacer? ]]
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La tos ferina es una enfermedad respiratoria muy contagiosa, que es causada por una bacteria. Al principio se manifiesta como un resfriado típico, pero después se producen episodios de tos muy intensos y repetidos, de forma convulsiva, con sensación de asfixia, que terminan con un sonido muy característico.
En España, en el año 2015, se decidió iniciar una estrategia de vacunación contra la tos ferina en todas las mujeres embarazadas. Esto fue debido a que había aumentado considerablemente la mortalidad en bebés menores de 3 meses a causa de esta enfermedad desde el año 2007.
Los recién nacidos son los más vulnerables ante el contagio de esta enfermedad, y según su calendario de vacunación no recibirán protección ante la tos ferina hasta los 2 meses de edad. Por eso, y para prevenir casos graves que podrían comprometer la vida del bebé, se les proporciona inmunidad a través de la vacunación materna.
¿Cuándo se administra la vacuna en el embarazo?
Se recomienda administrar la vacuna de la tos ferina en cada nuevo embarazo, y aunque la mujer haya pasado la enfermedad con anterioridad, ya que el objetivo no es inmunizar a la madre, sino que ésta cree anticuerpos tras la vacunación que pasen al bebé a través del cordón umbilical.
El Ministerio de Sanidad nos dice que se recomienda vacunar a las embarazadas entre la semana 28 y 32 de gestación, pudiéndolo alargar hasta la semana 37. Aunque podría vacunarse después, es recomendable hacerlo antes de las 37 semanas ya que el pico máximo de anticuerpos se producirá a las dos semanas de haber recibido la vacuna, por lo que podremos contar con tiempo suficiente para que sean transferidos al bebé antes de su nacimiento.
Cómo proteger al bebé de enfermedades respiratorias
Además de la vacunación, es de máxima importancia contar con medidas que protejan a los recién nacidos de contagiarse de cualquier enfermedad respiratoria. Tenemos que saber que los bebés se contagiarán siempre a través de un adulto enfermo, y para ello tenemos que tener en cuenta:
- Restringir las visitas tras el nacimiento al círculo más cercano. El recién nacido debería estar en todo momento con su madre, en piel con piel, y no pasando de mano en mano.
- Nunca visitar a un recién nacido si se está enfermo (aunque sea un resfriado común leve).
- Adecuada higiene de manos con agua y jabón, o con desinfectante si no disponemos de acceso a agua.
- Siempre toser o estornudar en un pañuelo desechable o en la parte superior del brazo o codo.
¡La vacunación de tos ferina en el embarazo es segura, y no supone ningún riesgo para la mujer ni para el feto!
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