SEXO EN VERANO
Tres posturas sexuales a prueba de olas de calor
Ya está aquí la canícula del verano, y, aunque te guste mucho el calor, la cuestión es que a la hora de tener sexo, no ayuda. Salvo que tengas un ventilador o aire acondicionado al lado.
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Así las cosas y sabiendo que, de antemano, el calor nos cansa y nos agota, vamos a darte unas posturas sexuales a prueba de calor. Para que las condiciones meteorológicas no sean una excusa para no tener sexo.
La sexóloga Silvia C. Carpallo nos recomienda las siguientes posturas: “Cuando buscamos posturas para sudar lo menos posible hay que tener en cuenta dos factores. El primero será el calor humano, es decir, que hay que evitar aquellas posturas de fusión o abrazo en las que el cuerpo de la pareja nos suponga una fuente de calor añadido, y optar en cambio por aquellas en las que la penetración pueda ser con cierta distancia (que también serán útiles si no se trata de una pareja habitual y queremos evitar contagios) . Por otra parte el calor también supone que estemos más cansados, así que es mejor elegir posturas que no nos supongan un gran esfuerzo físico, sino que sean fáciles de realizar y tengan varios puntos de apoyo”, comenta.
Teniendo estos consejos en cuenta algunas opciones podrían ser:
“La amazona: Se trata de un clásico, pero siempre efectivo. La pareja que penetra se tumba y la que es penetrada se sienta a horcajadas, formando una especie de T al revés. Esta postura solo supone mover las caderas, mantenemos la distancia con la pareja, pero conservando el contacto visual y las caricias. Esta misma postura puede realizarse en diferentes variantes, con la persona penetrada de cuclillas para que la penetración sea más profunda o con ella dando la espalda, siempre teniendo en cuenta que en esta postura el movimiento debe ser más lento y pausado para evitar dañar el pene”.
El perrito: "Otro clásico, pero igual de efectivo. La mujer se pone a cuatro patas, de forma que corre el aire y tiene cuatro puntos de apoyo, y la persona que penetra se pone detrás de rodillas, de forma que de nuevo todo el esfuerzo recae en el movimiento de caderas. Aunque no tenemos contacto visual, esta postura permite también acariciar el cuerpo de la pareja, por ejemplo acariciando los pechos o estimulando el clítoris, o los testículos si tenemos una pareja masculina”.
La mariposa: "Al más puro estilo de El Cartero siempre llama dos veces, esta postura es perfecta para realizar sobre una mesa, o en la encimera de la cocina. La persona penetrada se tumba boca arriba, solo el torso, y la persona que penetra se queda de pie sujetando las piernas de su pareja a ambos lados de su cuello. De esta forma ambos permanecen apoyados pero con espacio suficiente entre ambos. Si encima elegimos una superficie algo fresquita, a la par que segura, el calor dejará de ser un problema”.
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