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El truco definitivo para no perder la pareja de tus calcetines
Hay millones de teorías que explican el más grande de los misterios: por qué perdemos las parejas de los calcetines. ¿Dónde van a parar aquellos que acaban desapareciendo por más empeño que pongamos en conservarlos?
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Según una encuesta realizada por Samsung, en el Reino Unido desaparecen alrededor de 84 millones de calcetines al año, lo que supone una pérdida económica de 2.000 millones de libras. Las posibles explicaciones a este fenómeno son de todo menos sobrenaturales. Según el Instituto de Ciencia de Whirlpool, tanto en las lavadoras de carga superior como las de carga frontal, los calcetines pueden desaparecer porque se quedan atrapados en zonas que no se encuentran a la vista: bajo el caucho en las de carga frontal y entre los tambores en las de carga superior.
Lo más común, sin embargo, es que aunque nos parezca imposible, esos calcetines se nos caigan al tender o al poner la lavadora y acaben perdidos tras un mueble, tras los radiadores o en algún bolsillo imposible. También es probable que, sin saber cómo, cuando hagamos limpieza de armarios y cajones nos acabemos encontrando aquel calcetín que tanto nos gustaba y que tal vez dimos por perdido hace años. Pese a que no parece factible poner fin a un fenómeno que se da en todo el mundo y que lleva incluso a las más pragmáticas a empezar a creer en lo sobrenatural, sí que existen algunos trucos para minimizar las pérdidas.
El truco definitivo: lávalos siempre en una bolsita con cremallera
Hazte con una de esas bolsitas que se emplean para lavar la ropa interior y mete en ella todos tus calcetines emparejados, cierra la cremallera y mételos en la lavadora. Tiéndelos por parejas y dóblalos nada más destenderlos. Es el mejor y más efectivo de los métodos, aunque si no estás por la labor también puedes optar por alguno de los truquitos que vienen a continuación.
Habilita una caja para los calcetines desparejados
Ni se te ocurra dejarlos sueltos en el cajón, puesto que es probable que cuando encuentres la pareja no recuerdes dónde se encontraba la otra, tengas ambos calcetines desparejados y el lío sea mayor. Cada vez que hagas una colada y encuentres un calcetín sin pareja, acude a la caja y te sorprenderás: es posible que su pareja esté allí porque probablemente lo que ocurrió es que lo metiste suelto en alguna lavadora.
Una cesta solo para calcetines
Si tienes espacio, no está de más habilitar una cesta de la ropa sucia pequeñita en la que solo pongas los calcetines. Así, será más improbable que se te cuelen en los bajos de un pantalón o vete a saber dónde, se mantendrán emparejados en la caja y los meterás igualmente en pareja en la lavadora.
Ojo al ducharte
El problema de los calcetines desparejados es que en muchas ocasiones ni siquiera llegan a la cesta de la ropa sucia. Es frecuente que los dejemos tirados en el baño cuando nos duchamos, o junto a la cama al desvestirnos, bajo un cojín o entre la ropa de cama, y que a partir de ahí nunca lleguen a formar parte de nuestra colada. Cada vez que encuentres un calcetín en algún lugar insospechado, ya sabes: colócalo en la cesta de los calcetines perdidos y verás qué sorpresas cuando recuperes sus parejas pasados los meses, incluso los años.
¡Átalos con un nudo!
También es efectivo, pero no nos gusta tanto porque los calcetines se deforman. Si no tienes a mano una bolsita para lavarlos juntos, siempre puedes optar por este viejo truco. El problema es que tanto los calcetines tobilleros como los infantiles se quedarán fuera.
Dóblalos correctamente
Tanto si eres seguidora de Marie Kondo como si tienes tus propios métodos, doblar los calcetines correctamente siempre hará que los pierdas menos. Es importante que los mantengas siempre con sus parejas en el cajón, ya que así evitarás que se suelten en el propio cajón cuando revuelves para buscar algo. Si eres de las de la ley del mínimo esfuerzo, lo mejor que puedes hacer es comprar calcetines estándar, todos iguales, y te ahorrarás todos estos problemas.
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