CON LAS PILAS CARGADAS

Truco para saber cuando las pilas están cargadas o descargadas

Acumular pilas en un cajón nos pasa a todos y llega un punto que las tiramos sin saber si realmente funcionan o no. Antes de deshacernos de ellas, lo mejor es probar este truco y volver a utilizar la mayor cantidad posible.

Pilas

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Actualmente, muchos de los dispositivos electrónicos ya no funcionan con pilas y utilizan baterías recargables. Algún juguete o el mando del televisor todavía sí que requieren pilas y seguramente por eso aún conservas en casa alguna bolsa o alguna caja con un montón de pilas que ya no recuerdas si siguen cargadas o no.

Unos cuantos años atrás, ¿quién no había probado el truco de poner la lengua en la pila? Si recibías una pequeña descarga es que todavía estaba para usar. Evidentemente, hacer esta prueba no era lo mejor para la salud y se desaconseja hacerlo. Es por ello que tenemos que buscar otras alternativas menos nocivas. Como esta que comparte Fran Cabello desde su cuenta de Instagram (@francabello_78). Es muy sencillo y rápido de hacer.

Coge una de esas pilas que tienes guardadas y déjala caer en vertical encima de una superficie plana (una mesa, por ejemplo). Si la pila no rebota es que aún tiene carga y se puede seguir usando. Al hacer la prueba, si está cargada, incluso puede llegar a mantenerse en pie. Si, por el contrario, la pila está ya agotada, al tirarla rebotará y caerá.

¿Por qué si está cargada se mantiene de pie y si está descargada no? Esto tiene que ver con el líquido del interior. A medida que la pila se va usando, el líquido, lógicamente, se va gastando. Por eso, si todavía queda, el peso del líquido mantendrá la pila derecha.

¿Cuáles son los tipos de pilas más comunes?

Las más conocidas son, sin duda, las pilas alcalinas. Pero también existen las pilas salinas. La forma exterior es la misma: mayoritariamente cilíndricas con los polos positivo y negativo. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre la una y la otra? Para saberlo, tenemos que fijarnos en el interior.

Tal y como podemos extraer de la información publicada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno español, las pilas alcalinas, "están compuestas por pasta de zinc e hidróxido de potasio como electrolito, el cual se encuentra en una matriz de dióxido de manganeso".

Por su parte, las pilas salinas "contienen zinc metálico que se oxida en medio ácido. El electrolito, que es de cloruro de zinc y cloruro de amonio, se encuentra en una matriz de dióxido de manganeso. Se completa con un electrodo de grafito (carbono)".

Otra de las diferencias es su calidad, el precio y la potencia. Las pilas salinas son más baratas, pero duran menos que las alcalinas. De ahí que es importante fijarse en la potencia del dispositivo en el que las utilizarás.

Recicla las pilas que ya no utilices

Cuando las pilas hayan terminado su vida útil, no las tires nunca en el contenedor de los residuos orgánicos. Tienen componentes muy tóxicos y esto es muy perjudicial para el planeta. Lo mejor es reciclarlas, depositándolas en los pequeños contenedores que se pueden encontrar en algunas tiendas y supermercados o llevándolas al punto limpio.

Por otro lado, se venden también pilas recargables, que se cargan con la ayuda de un dispositivo especial. De esta manera, también estarás reduciendo residuos y ayudando a tener un medio ambiente más limpio.

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