FÁCIL Y EFICAZ

El truco de la sal gruesa para que la sartén no se pegue nunca más

No hay cosa que más rabia dé que poner al fuego una sartén que piensas que no te dará problemas y que se te quede enganchada la tortilla, el pescado o el trozo de carne de turno. En este artículo te explicamos un truco con sal gruesa para que la sartén no se pegue nunca más, ¡no te lo pierdas!

Mujer con una sartén en el fuego

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Ya puedes ser más o menos cocinitas, pedir de forma regular comida para llevar o tirar de precocinados o congelados, que en los armarios de la cocina -o en el horno, según lo que hayas aprendido en casa- seguro que guardas alguna sartén.

Cuando necesitas saltear unas verduras, freír unas croquetas, pasar por la plancha un trozo de pescado o de pollo, incluso cuando quieres hacer de forma rápida un mixto de jamón york y queso no tienes sandwichera, tiras de la misma sartén.

Si tiene el diámetro adecuado puede servirte muchas ocasiones para cocinar alimentos distintos, pero a base del uso se va estropeando el teflón de las sartenes antiadherentes y poco a poco se comienzan a enganchar los alimentos en el fondo, se acaban rompiendo y quemando.

¿Cómo podemos solucionar eso? ¿Tirando la sartén al punto de reciclaje y comprando otra? ¿Reservando una sartén para cocinar pescado, otra para carne, otra para verduras, otra para huevos, y así sucesivamente?

El problema está en que con el uso, al final las sartenes se van a acabar pegando, excepto si sigues nuestro consejo de hoy. ¡Sigue leyendo!

Usa sal gruesa para que las sartenes no se peguen

Parece cuestión de meigas, pero este truco ¡funciona! Cuando veas que los alimentos no se deslizan por la superficie de la sartén con la misma facilidad que lo hacían cuando era nueva, toma medidas antes de que la situación empeore.

Lo único que debes hacer es poner la sartén que está en este estado a fuego máximo. Después verter en ella media docena de cucharadas de sal gruesa para que quede una buena capa de ella en la sartén y dejar que se caliente. Añadir un vaso de agua y dejar hervir durante 2 minutos.

Acto seguido, solo se tiene que pasar de forma suave un papel de cocina por la sartén para retirar bien los restos y dejarla enfriar hasta el siguiente uso como se puede ver en la siguiente publicación.

Cuida el estado de las sartenes desde que las estrenas

Hay una serie de consejos que podemos seguir para mantener en el mejor estado posible las sartenes.

Los cuidados empiezan por un correcto almacenaje. Nunca coloques una sartén antiadherente sobre otra. Si necesitas acumularlas porque dispones de poco espacio, lo que puedes utilizar es utilizar un paño de cocina, o una pieza de material como fieltro o goma eva que sirva como protección intermedia.

Un truco que explicó en su momento Carme Ruscalleda par que nunca se te peguen los alimentos en la sartén, es que nunca, nunca, nunca viertas aceite de oliva sobre la sartén. La chef aconseja untar la verdura, la carne o el pescado con el aceite y la sal y aprovechar para darle un breve masaje al alimento para integrar en sus fibras la grasa.

Otra medida que puedes tomar desde el primer día es utilizar utensilios de silicona o madera para manipular los alimentos que estés cocinando. Si utilizas algún cubierto metálico es más que probable que acabes rayando el fondo de la sartén y se estropee antes.

Lo mismo pasa con el lavado, debes esperar a que la sartén esté fría para sumergirla en agua y evitar utilizar estropajos metálicos por muchos restos incrustados que tenga. Siempre es mejor opción dejarlo unas horas en remojo y utilizar una esponja más suaves para retirar los restos si quieres conservar intacta la sartén para cocinar en un futuro.

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