LA FORMA MÁS RÁPIDA
Trucos para enfriar la cerveza rápido en verano
¿Te apetece una cerveza, pero no tienes ninguna en la nevera? Te explicamos qué puedes hacer para enfriar rápidamente la bebida.
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No hay mejor plan en verano para refrescarse que tomarse una cerveza bien fría. Cuando llegas a casa a media tarde después de trabajar con el calor pegado a tu piel; cuando vuelves de la piscina y los rayos de sol caen en vertical sobre ti, o acompañando el aperitivo junto a tus amigos en la terraza de casa.
Toda decidida te vas a la cocina, abres la nevera para coger una cerveza bien fría y ¡sorpresa!, no hay. Cruzas los dedos mientras te diriges al armario de la despensa porque crees que todavía quedan algunas en el estante y descubres que estás de suerte, ¡ahí están!
Te alivia pensar que el drama no es para tanto, pero claro, ¡están calientes!, y entonces te planteas "¿qué puedo hacer?". Deseas tener una varita mágica que enfríe las bebidas de forma instantánea, pero como todavía no se ha inventado en NovaMás te traemos unos trucos que te ayudarán a salir indemne de esta situación. ¡No te los pierdas!
Papel o paño húmedo y ¡al congelador!
Pon el botellín o la lata de la bebida bajo el grifo unos instantes. Cuando estés segura de que se ha mojado bien, envuelve el envase en un paño de cocina o una servilleta de papel e introdúcelo durante unos minutos en el congelador.
El intenso frío hará que las gotas de agua que han traspasado al papel o al trapo se congelen, de manera que el vidrio -o el metal de la lata- cogerá rápidamente la temperatura del envoltorio, refrigerando la bebida del interior.
Agua con sal y hielo
Busca un barreño o una palangana con un poco de capacidad y llénala de agua fría -si es de la nevera mucho mejor, pero si no es posible con agua del grifo también sirve-.
Echa un puñado de sal en el agua y todos los cubitos de hielo de los que dispongas. La sal reduce la temperatura de congelación de la mezcla del hielo y el agua, lo que hace que el hielo se derrita y todavía descienda más la temperatura.
Si introduces en el líquido todos los botellines que quieras enfriar conseguirás en unos 15 minutos que la cerveza esté como recién salida del frigorífico.
Spray de aire comprimido
Si tienes en casa algún spray de aire comprimido para limpiar el teclado del ordenador o el objetivo de una cámara fotográfica, tienes un método de enfriar cervezas sin saberlo.
El truco está en darle la vuelva al spray, ponerlo boca abajo y dirigir su contenido sobre el envase a enfriar. De esta manera no sale el contenido del spray sino el gas propelente -el componente que proporciona la presión requerida para dosificar, dispersar o atomizar el producto contenido en el envase de aerosol-. Rápidamente, verás que aparece escarcha en el recipiente, por lo que en menos de un minuto tendrás una cerveza bien fría.
Otros métodos más profesionales
Si eres hábil con tus manos y tienes alguna que otro artilugio en casa, puedes recurrir a otras opciones para enfriar la cerveza.
Perfora la tapa de un termo, introduce un tornillo sujeto con dos pernos y colócala sobre la cerveza que quieres enfriar. Acto seguido introduces el recipiente en una jarra de agua helada y sal y, ayudándote de un destornillador eléctrico, comienzas a girar el tornillo clavado en la tapa que ha perforado la parte superior de la cerveza para que el movimiento giratorio aumente la tasa de transferencia de calor. En 5 minutos tendrás la cerveza fría, lista para ser bebida.
El invento Coolbank es un dispositivo portátil que tiene un circuito en forma de serpiente en el que enfriar un líquido. Se introduce en el congelador para que coja temperatura y después lo puedes llevar donde desees. Solo se tiene que mantener sobre una estructura aislante para verter la cerveza y después de que el líquido haya recorrido el serpentín del artilugio, saldrá inmediatamente frío.
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