ELECTRODOMÉSTICOS
Trucos para mantener tu lavadora y secadora siempre nuevas
¿Todavía no sigues estos pasos para mantener siempre como nuevas tu lavadora y secadora y alargar su vida útil? Pues ya tardas en incorporarlos.
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Pese a que la obsolescencia programada está ahí y al final nuestros electrodomésticos, al contrario que los de antes, acaban teniendo una fecha de caducidad, hay algunos truquitos para alargar la vida de nuestra lavadora y secadora y que nos duren más tiempo. De hecho, un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que la vida media de una lavadora son 11 años y tres meses, aunque algunos modelos pueden llegar a alcanzar los 16 años, otros pueden no llegar ni siquiera a los 9. En el caso de las secadoras, la vida media también es de 11 años, aunque pueden llegar a los 17 o no superar los 9. Así pues, aunque la duración de tu lavadora y secadora dependen en gran medida del fabricante, hay una serie de pasos que debes seguir para mantenerlas en buen estado durante más tiempo.
Limpia periódicamente los filtros y el cajetín del detergente
En el caso de la lavadora, asegúrate de retirar el filtro al menos una vez al mes y limpiarlo correctamente, eliminando cualquier resto de suciedad. Haz lo mismo con el cajetín, donde es frecuente que se acumulen restos de detergente que acaban entorpeciendo la colada. Lo mejor es que lo retires y lo limpies con jabón y agua tibia, secándolo correctamente antes de volver a colocarlo. En el caso de la secadora no olvides limpiar regularmente el filtro, donde se acumulará gran cantidad de polvo, y cambiar el tubo periódicamente para garantizar su efectividad.
Protégelas convenientemente si están en el exterior
Tanto si están en el exterior, en una galería descubierta, como si están permanentemente en contacto con otros objetos (si eres de las que les gusta colocar cosas encima de la lavadora y secadora), es importante que las protejas convenientemente de las agresiones externas. Compra fundas específicas y cámbialas en cuanto empiecen a romperse, para mantener ambos electrodomésticos siempre protegidos de las agresiones externas.
No las sobrecargues
Un exceso de carga puede dañar tanto la lavadora como la secadora, además de que ambas perderán su efectividad si no respetamos la carga recomendada. Es preferible poner dos que cargarlas en exceso, pues son gestos que poco a poco las estropean.
Revisa la ropa antes de meterla
En ambos casos es fundamental revisar bien la ropa antes de introducirla, puesto que debemos evitar a toda costa que se nos cuele algún objeto o papel que puede acabar dañando las máquinas.
Ojo con los malos olores
Para evitar los malos olores es importante, en ambos casos, dejar abierta la puerta después de utilizarlas, con el objetivo de que se ventilen y de evitar la humedad. En el caso de la lavadora, si aún así percibimos cierto olor a humedad, podemos poner una colada sin ropa con un vasito de vinagre (también podríamos añadirlo al lavado, pero nos arriesgamos a que la ropa se impregne de olor a vinagre). Es mano de santo.
¿Aún no conoces el percarbonato de sodio?
Puedes emplear este limpiador y antimanchas no solo para la colada de la ropa blanca, pues es un potente blanqueador, sino también para limpiar la lavadora y cualquier otro electrodoméstico (te lo contábamos aquí). Es un must de los hogares que tiene numerosos usos, ya que también lo puedes emplear como limpiador de suelos o para desinfectar el inodoro, entre otras utilidades.
Centrifuga siempre
Es importante no meter la ropa demasiado mojada en la secadora, pues la estaremos obligando a trabajar de más y, además, la ropa se estropeará. Por este motivo, es conveniente centrifugar correctamente y, sobre todo, no meter nunca en la secadora tejidos que no están indicados, como lana o seda, ya que las prendas pueden estropearse o encoger.
Limpia el sensor de humedad de la secadora
Además del filtro, es fundamental un correcto mantenimiento del sensor de humedad de la secadora, que sirve para medir el grado de humedad de la ropa y determinar cuándo está seca. Está situado en la parte inferior de la puerta, junto al filtro de las pelusas, y es importante mantenerlo limpio para evitar que se acumulen restos de detergente e incluso cal.
¡Ojo con la goma!
A menudo no prestamos a la goma de la lavadora la atención que se merece, cuando es un lugar en el que se acumula mucha humedad, en ocasiones se forma moho e incluso se ocultan calcetines. Si es posible, no está de más limpiarla y secarla convenientemente después de cada lavado, y comprobar que no se acumulan pelusas o incluso alguna prenda de ropa.
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