Tuppers de comida, por qué no debes meterlo caliente en la nevera

Los tuppers son la mejor opción para guardar y aprovechar toda la comida que hemos cocinado, que ha sobrado y que queremos que nos sirva para otro día. Muchas veces, antes de que se enfríe, solemos guardarla directamente en el tupper y después en la nevera.

Es una costumbre que además de tener muy interiorizada, a priori, no parece que tenga ningún inconveniente. Sin embargo, no es nada recomendable meter el tupper con la comida caliente en la nevera. En realidad, deberíamos esperar a que se enfriara para guardarlo, pero ¿Por qué? Te lo explicamos en el vídeo.

La razón por la que no deberías meter tuppers de comida calientes en la nevera

Aunque meter tuppers de comida caliente en la nevera es una acción que divide opiniones entre aquellos que consideran que no hay ningún problema y aquellos que sí lo hay, la principal razón por la que es poco recomendable se debe a que puede provocar condensación, es decir, se produce humedad.

Guardar la comida demasiado caliente en el tupper produce condensación y, por consiguiente, aumenta el riesgo de proliferación de bacterias

En consecuencia, los ingredientes de la receta que hayamos cocinado se verían afectados, pero no solo ellos. La condensación generada en el tupper también influye en el resto de alimentos de la nevera, ya que los gases o vapores generados por culpa de este cambio de temperatura, se propagan por todo el interior del frigorífico, lo que aumenta el riesgo de proliferación de bacterias.

Eso sí, tampoco deberíamos dejar la comida demasiado tiempo a temperatura ambiente porque de esta forma también podrían desarrollarse bacterias. Por ello, lo más recomendable es introducir la comida en el tupper después de dejarla reposar con un límite de dos horas tras la cocción.

Se recomienda no dejar la comida a temperatura ambiente más de dos horas antes de introducirla en el tupper

De esta forma, si nuestra intención es guardar sobras, lo mejor será dividir en pequeñas porciones la comida y colocarla en recipientes poco profundos para que se enfríen más rápido, tanto a temperatura ambiente como en la nevera. Así evitaremos que se desarrolle el hábitat perfecto para el desarrollo y vida de las bacterias.

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