¿Tus hijos tienen malas notas? Una experta explica técnicas para ayudarles este verano

El final de un ciclo escolar puede ser un momento de alivio y alegría para muchas familias, pero también definitivamente puede traer sentimientos de preocupación y estrés si las notas de tus hijos no son las esperadas. Si este es tu caso, no te preocupes. Hay muchas maneras en las que puedes ayudar a tus hijos a superar este desafío y prepararse para el próximo año escolar de una manera positiva y productiva. Aquí te comparto algunas técnicas y estrategias específicas que apoyarán tanto a tus hijos como a ti durante este verano.

Primero, mantener la calma

Es natural sentirse decepcionado cuando las notas no son las esperadas, pero es importante mantener la calma y ofrecer apoyo incondicional a tus hijos. Evita los reproches y las críticas severas. En su lugar, escucha sus preocupaciones y sentimientos. Hacerles saber que las notas no definen su valía y que estás ahí para ayudarlos a mejorar.

Frase consciente que servirá: "Estoy aquí para apoyarte y juntos encontraremos una manera de mejorar".

Evaluar la situación

Antes de tomar cualquier medida, es crucial entender la causa de estas malas notas. Hablar con nuestros hijos, y, si es posible, con sus maestros, para identificar las áreas problemáticas. ¿Es una cuestión de falta de comprensión del material, de problemas de organización, tiene dificultades emocionales, o hay algo más? Conocer la raíz del problema te permitirá abordarlo de manera más efectiva.

Estrategia: Hacer una lista de los factores que contribuyeron a las bajas calificaciones y priorizar las áreas a trabajar.

Establecer metas realistas

Una vez que entiendas las áreas de mejora, ayuda a tus hijos a establecer metas realistas y alcanzables para el verano. Estos objetivos pueden incluir reforzar ciertas materias, desarrollar habilidades de estudio, o trabajar en su bienestar emocional. Asegúrate de que las metas sean específicas y medibles para que puedan ver su progreso.

Ejemplo de meta: "Hacer ejercicios de la materia en cuestión, durante 30 minutos al día"

Diseñar un plan de estudio estructurado

El verano será un buen momento para establecer una rutina de estudio estructurada que no solo incluya tiempo para aprender, sino también tiempo para descansar y disfrutar. Un equilibrio entre trabajo y ocio es esencial para mantener a tus hijos motivados y evitar el agotamiento.

Consejo: Utiliza una tabla de horarios para organizar las actividades diarias, incluyendo sesiones de estudio, tiempo libre, y actividades familiares.

Uso de recursos educativos diversos

Aprovecha los recursos educativos disponibles para ayudar a tus hijos. Existen muchas aplicaciones, juegos educativos, videos y sitios web que pueden hacer que el aprendizaje sea más divertido y efectivo. También puedes considerar la posibilidad de contratar a un tutor si sientes que necesitan apoyo adicional en ciertas materias.

Recurso recomendado: Khan Academy ofrece lecciones en línea gratuitas en diversas materias.

Fomentar la lectura

La lectura es una de las mejores maneras de mejorar el rendimiento académico. Anima a tus hijos a leer libros que les interesen y que estén alineados con su nivel de lectura. La lectura no solo mejora la comprensión lectora, sino que también amplía el vocabulario y el conocimiento general.

Actividad divertida: Organiza un club de lectura donde toda la familia lea el mismo libro y luego discutid sobre él.

Trabajar en el bienestar emocional

El rendimiento académico está estrechamente ligado al bienestar emocional. Asegúrate de que tus hijos tengan tiempo para relajarse, jugar, y participar en actividades que disfruten. Anímalos a hablar sobre sus sentimientos y busca maneras de manejar el estrés y la ansiedad.

Técnica de relajación: Practicar la respiración profunda o la meditación como plan familia.

El verano puede ser una oportunidad maravillosa para ayudar a tus hijos a mejorar sus habilidades académicas y emocionales. Con paciencia, apoyo y las estrategias adecuadas puedes ayudarles a comenzar el próximo año escolar con confianza y motivación renovada.

Comer fruta por la noche engorda: ¿mito o realidad?