No vale con rascar la parte quemada de una tostada: Por qué no la deberíamos comer

Mucho empezamos las mañanas rascando las tostadas porque se nos han quemado, no calculamos bien, y la rebanada de pan que introducimos en el tostador se nos quema. Este hábito resulta que puede ser muy negativo para nuestro organismo y las distintas funciones de nuestro cuerpo.

Perjudicial para nuestra salud

Cualquier alimento quemado, como esa rebanada de pan, cualquier fritura o el socarrat de la paella entre otros, tienen contraindicaciones por partes de los médicos. Estos productos presentan altos niveles de un compuesto orgánico llamado acrilamida, que es potencialmente peligroso y cancerígeno y ataca fundamentalmente al sistema nervioso.

Este compuesto orgánico aparece en todo alimento, cuando lo cocinamos por encima de los 120 grados. Sin embargo, en determinados productos como las patatas o el pan aparece a una menor temperatura. Este componente se acumula en nuestro organismo, es decir, aunque se consuma muy poca cantidad, ese efecto acumulativo hace que sus efectos nocivos y negativos estén presentes en nosotros.

Existen https://www.aesan.gob.es/AECOSAN/docs/documentos/noticias/2018/CUADRIPTICO_ACRILAMIDA_AECOSAN.PDF|||recomendaciones institucionales para reducir el consumo y la exposición a este componente en los distintos alimentos. Hay gráficos con diferentes colores que reflejan determinados productos y si son aptos para el consumo, ya que se ha reducido la presencia de este compuesto orgánico. La clave para evitar su exceso es que lo productos que consumamos tienen que estar más cercanos al dorado que al marrón, que es cuando se produce la mayor cantidad de acrilamida. Debemos de tener este factor en cuenta a la hora de elaborar distintas comidas, evitando perjudicar nuestro sistema nervioso por la acumulación de este componente.

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