Y tú creyendo que sí
No, los zumos detox no son nada buenos
Todos hemos oído hablar de este tipo de batidos y zumos, incluso es probable que en algún momento hayan caído en sus redes. Es normal, sus argumentos parecen lógicos.
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1. Nos los recomiendan las “celebrities”.
2. Prometen depurar nuestro organismo (¿Quién no querría eliminar toxinas de su cuerpo?).
3. Es necesario “limpiar” los filtros de organismo.
4. Disminuyen la culpa que pesa sobre nosotros por haber tenido algún exceso.
5. Son frutas y verduras (eso no puede ser malo).
¿Cuáles de estos argumentos son realmente ciertos? Pocos, ya les aviso.
1. Procuren informarse bien antes creer a pies juntillas lo que nos recomienda un famoso (y un no famoso también, no pierdan el sentido crítico nunca).
2 y 3. Vamos con el segundo y concretamos el tercero. Les cuento un secreto: tenemos tres órganos encargados de la depuración de nuestro organismo. Los riñones, el hígado y los pulmones. Cada uno hace una función y, además, lo hacen muy bien. Están muy desarrollados, años de evolución les avalan. No hay batido que moda que pueda quitarles el puesto. Estos órganos “filtro” no actúan como el filtro del aire acondicionado, fíjense qué lío tener que cambiar el hígado cada 50.000 km. No, en el cuerpo las cosas no funcionan así. En realidad lo que hacen es transformar sustancias químicas que necesitamos eliminar en otras para que salgan de forma más sencilla del cuerpo. Más o menos les ponen un cartel de “estáis nominadas, la salida es por aquí”. Ponen el cartel y siguen con su trabajo, por eso no es necesario “limpiar” ningún filtro.
Pero es que hay que añadir que cuando nos dicen que debemos “eliminar toxinas”, ¿a qué toxinas se refieren? Pues frente a esa pregunta ya no saben contestar. ¿Toxinas ambientales, pesticidas? ¿Cuáles? No hay (ni encontrarán evidencia) de ningún tipo de toxina que se acumule en el cuerpo que pueda ser eliminada por un batido de color verde (ni naranja). Y como no hay, tampoco nos creeremos que estas toxinas sean las responsables de enfermedades.
4. El cuarto argumento es magnífico (si quiere ser engañado). La culpa es uno de los motivos más sencillos para poder convencer de algo. “Te has pasado: y lo sabes. Pero usa este batido y no comas nada más, así ya queda compensado.” Pues no. Se ha pasado y lo sabe, perfecto. Vuelva a la línea rápido, no necesita “compensar” nada. ¿Imagina que al pisar la línea continua por error con el coche tuviera que parar y dar marcha atrás para “compensar”? Aumentaría las posibilidades de accidente y no arreglaría nada. Eso pasa con estos batidos. Se pasa, para, estar dos días a batidos, parece que ha bajado peso (pues claro, no ha comido) … hasta que llega el efecto rebote (y ocurrirá antes de lo que imagina). Sea responsable con lo que hace, no busque excusas. Corrija y punto.
5. El último argumento es el único que tiene una parte de verdad. La mitad.
Empecemos por diferenciar entre zumo y batido por un lado y entre fruta y verdura por el otro.
En un zumo extraemos el líquido que contienen las frutas. Pero es que las frutas tienen componentes mucho más importantes: fibra insoluble y fibra soluble. Esta fibra insoluble que no pasa al zumo mantiene a los azúcares juntos para que no entren de golpe en la sangre. Si eliminamos ese “pegamento”, el azúcar aumentará mucho y tendremos que hacer uso de gran cantidad de insulina para almacenarla en los tejidos rapidito (para cuando nos haga falta en otro momento). ¿Y sabe cómo se almacena? En forma de grasa. Voilá. Los détox de frutas no sólo no adelgazan si no que pueden engordar.
Si en cambio elabora un batido de verduras, triturado, sin filtrar, conservando la fibra, sin añadirle extras, pues estará tomando un alimento bastante sano. No es detox ni adelgaza, pero oiga, no se puede decir que no sea saludable. La única pega que le veo es que podemos ingerir más cantidad de la que comeríamos si fuera el vegetal entero.
Como ven, los batidos detox han fallado en todos sus argumentos, ninguno de ellos tiene base. Pero iremos un poco más allá: se está estudiando la relación entre una alta ingesta de estos batidos y el aumento de problemas renales. A ver si creemos que estamos “limpiando el filtro” y lo que estamos haciendo es saturarlo. Precaución en ese sentido.
En definitiva: no adelgazan, no detoxifican, comemos más de lo que lo haríamos si no fuera un batido y, si abusamos, puede tener riesgos.
¿No prefieren, mejor, una naranja a mordiscos?
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