INTERPRETADO POR DAVID JONSSON
Alien Romulus: La razón por la que Andy no es como el resto de androides de la saga
El nuevo androide de Alien: Romulus, Andy, parece romper con la tradición de la saga, mostrando una faceta única y diferente a la de sus predecesores, pero, ¿qué lo hace tan único y diferente?
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Alien: Romulus es la última entrega de la icónica saga de ciencia ficción y terror que comenzó en 1979 con Alien de Ridley Scott. Dirigida por Fede Álvarez, esta nueva película se sitúa temporalmente entre los eventos de Alien y Aliens, y sigue a un joven grupo de colonos espaciales que se enfrentan a los temibles Xenomorfos. Dentro de este grupo se encuentra Andy, un nuevo androide interpretado por David Jonsson, quien trae una visión fresca y compleja a los "sintéticos" de la franquicia.
En una reciente entrevista con GQ, David Jonsson ha hablado sobre su enfoque al interpretar a Andy, destacando su intención de aportar algo nuevo al rol de los androides en la saga. "Es único en muchos sentidos, he intentado no imponerme presión y hacerlo auténtico", ha afirmado Jonsson, subrayando la dualidad de su personaje, al que describe como alguien con "dos caras" que está alcanzando una madurez emocional y funcional dentro de la narrativa.
A lo largo de la saga Alien, los androides han desempeñado roles cruciales y variados. Ash, el androide interpretado por Ian Holm en la primera película, es recordado por su traición a la tripulación humana, revelando la capacidad de los "sintéticos" para actuar en contra de los intereses humanos. Bishop por su parte, interpretado por Lance Henriksen en Aliens, es la antítesis de Ash, mostrando lealtad y sacrificio. Luego, Michael Fassbender encarnó a David y Walter en Prometheus y Alien: Covenant, androides que exploran temas de creación, poder y la falta de empatía humana.
En contraste, Andy parece ser un personaje que incorpora elementos de humanidad de una manera más equilibrada y madura, sin caer en los extremos de la traición o la fría lógica. La dualidad que Jonsson menciona sugiere que Andy no es ni completamente benigno ni malévolo, sino una figura más compleja que podría reflejar las tensiones internas de la interacción entre lo humano y lo artificial en un entorno tan extremo como el que plantea la saga.
Con Alien: Romulus, la saga continúa explorando la complejidad de los androides, introduciendo a Andy como un personaje que desafía las expectativas y aporta una nueva dimensión a lo que significa ser un "sintético" en el universo Alien.
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