EL MOMENTO DE LA TUMBA
Barry Keoghan improvisó ESA ESCENA de Saltburn al proponerle abrirse la bragueta: "Dejé que mi cuerpo me guiara"
Saltburn, la película dirigida por Emerald Fennell, está generando mucha controversia y, ahora, Barry Keoghan ha revelado que improvisó una de las escenas más impactantes de la cinta.
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¡Cuidado! Antes de seguir leyendo este artículo es importante que sepas que contiene SPOILERS de la película Saltburn, por lo que si no la has visto todavía es mejor que no sigas leyendo.
Saltburn es una de las películas del momento. La cinta está protagonizada por Barry Keoghan, quien interpreta a Oliver Quick, un estudiante becado en Oxford quien desea por todos los medios hacerse amigo de Felix Catton, personje encarnado por Jacob Elordi, un atractivo y rico joven quien acaba invitando a Oliver a pasar el verano en su mansión.
Muchas son las escenas fuertes que tiene la cinta pero hay una en concreto que refleja la oscuridad y profundidad del personaje de Oliver. Estamos hablando del momento en el que Olli se tira sobre la tumba de su amigo y acaba desnudándose como si realizara un acto sexual con el que fue su amor imposible.
Ahora, en una entrevista a Entertainment Weekly Keoghan ha revelado que la escena fue improvisada: "Sobre el papel, no estaba escrito hacer eso. Pero quería ver qué pasó realmente y adónde lo llevaría. Quería estar confundido y dejar que mi cuerpo me guiara. ¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo puedo acercarme?"
"Se trata de encontrar ese nuevo nivel de obsesión", explica sobre la motivación para llegar a ese punto. Aunque fue la directora Emerald Fennell quien sugirió ir más allá: "Hablé con Barry por la mañana. Y yo simplemente le dije: No lo sé, Barry. Creo que él... desabrocharía la cremallera [...] Y Barry simplemente dijo: Sí".
Para después seguir diciendo el actor: "Ella planta semillas, Emerald, ¿sabes a qué me refiero? Ella sabe que estas semillas van a crecer, especialmente cuando las planta conmigo. Pero es un testimonio de que Emerald tuvo esa idea y que yo la enfrenté con... Para ser honesto, sin preguntas. Estaba totalmente de acuerdo con ello".
Entonces la directora cerró el set de rodaje para que Keoghan pudiera actuar sin presión: "Para mí, no se trataba de follar la tumba, se trataba más bien de no sé qué hacer con esta obsesión. Me confunde y en cierto modo me vuelve inhumano. Creo que fue un descubrimiento total para él. Y fue triste. Fue muy, muy triste".
Fennell asegura que la escena es "impactante, oscuramente divertida e incómoda". "Tenía que ser un momento de profunda desesperación, un momento de dolor casi identificable por este amor completamente no correspondido para siempre".
Y explica que "su terrible duración es lo que lo hace tan poderoso": "La gente decía: Oh, sabemos lo que va a pasar. ¿Por qué tenemos que verlo? Y dije: ¡Verlo es el punto! El punto es no cortar. Tienes que sentarte en tu incomodidad; solo puedes entenderla si te sientas con ella'".
La cineasta termina afirmando que "fue la cosa más extraordinaria que jamás había visto" y explica que no pudo dejarla fuera de la película, una vez que la rodaron: "Es imposible que no aparezca en la película. No hay manera de que pueda ver una representación de esa dedicación (una expresión de pena y amor tan intensa como esa) y no mostrarla".
Por último Barry Keoghan pone un toque de humoral decir: "Ya no puedo mirar las tumbas de la misma manera. ¿Sabes lo que quiero decir?". "En realidad, no me permiten entrar a los cementerios. Me verán llegar y dirán: No, no. Especialmente si llego sin ropa".
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