Drew Barrymore cuenta el "milagro de Halloween" que vivió junto a su hija Olive y les hizo llorar a las dos

Drew Barrymore está empezando a preparar la llegada de Halloween y en una entrevista en The Tonight Show de Jimmy Fallon la actriz ha querido compartir una anécdota de lo más bonita que vivió junto a su hija de 9 años, Olive.

Así explica Drew lo que ocurrió aquel día: "Un tipo, extrañamente, nos cogió una calabaza en el huerto de calabazas. Y nosotras no podíamos levantarla. Y tuve como esta gran lección de vida con Olive sobre dejar ir", cuenta Drew.

"No podemos con ella, tienes que estar en paz con eso. Y ella realmente lo hizo. Y entonces llegamos a la caja y otro tipo nos la levantó con una carretilla y nos la dio y las dos empezamos a llorar", confiesa la actriz.

"Ella había aprendido un poco a amar y dejar ir. Y entonces yo empecé a llorar, y estábamos en plan, 'es un milagro de Halloween'", añade.

"Y luego él llevaba como un bonito niño Jesús colgado al cuello, y yo estaba empezando a tener un momento religioso. Y le decía, 'muchísimas gracias'", cuenta. Pero claro, Drew reconoce que entonces se enfrentó a la dualidad de enseñar a su hija una lección y aceptar la ayuda de ese desconocido con amabilidad.

"Estaba como paralizada como madre, sin saber cómo manejar la situación. Quería que estuviera bien para él. Quiero enseñarle una lección a ella. Y entonces estaba como, 'tengo que compensarte esto. Quiero darte las gracias'", añade. Y entonces Drew aclara que el desconocido se negó a aceptar que se lo pagara y que no quería nada a cambio.

"Al final, la tallamos y guardamos todas las semillas, tuvimos como una gran ceremonia, y le dije, 'No podemos mandarle una foto y él no quería nada a cambio porque es un santo, literalmente'. Pero si alguna vez escucha esta historia, quiero se sepas que de verdad nos hiciste llorar a mí y a mi hija y que la calabaza es preciosa. Nos hizo creer en milagros", termina diciendo Drew con emoción.

La turbulenta infancia de fiestas de Drew Barrymore

Drew Barrymore tuvo una infancia muy diferente a la del resto de niños y ella misma ha confesado cómo fue: "Cuando tenía 13 años, ese fue mi momento más bajo. Saber que estaba sola de verdad. Esa sensación era horrible. Fue una época muy rebelde. Yo saldría corriendo. Estaba muy enfadada", cuenta enThe Guardian.

Y continúa: "Sí, mi madre me internó contra mi voluntad. Pero es algo que me dio mucha disciplina. Era como un campamento de reclutamiento, fue una etapa larga, horrible y oscura. Duró un año y medio, pero lo necesitaba".

"Necesitaba esa disciplina. Mi vida no era normal. Yo iba al colegio igual que el resto, pero mis circunstancias eran completamente diferentes. Había algo que era anormal dentro de mi vida y necesitaba que eso cambiase", termina explicando.

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