EN HUNGRÍA
Las fotos de la boda de Dylan Sprouse y Barbara Palvin: Los looks de la novia y su impactante vestido rojo
Dylan Sprouse y Barbara Palvin han pronunciado el 'sí, quiero' en una boda íntima en Hungría y, para la ocasión, la novia ha optado por diferentes looks y un impactante vestido rojo tradicional de su país de origen.
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Tras cinco años de relación, Dylan Sprouse y Barbara Palvin han pronunciado el 'sí, quiero' durante una ceremonia secreta en el país de origen de la modelo, Hungría, tan solo un mes después de hacer oficial el anuncio de su compromiso.
La boda íntima ha tenido lugar este sábado 15 de julio en la iglesia de Albertirsa, en la que hace más de 30 años los padres de Palvin se casaron. Posteriormente, la celebración se ha realizado en Harlekin Birtok, una finca dedicada a la celebración de bodas y eventos que regentan también los padres de la modelo, lugar al cual han acudido más de cien invitados.
"Se suponía que iba a ser un evento íntimo", ha confesado Barbara para Vogue. "Pero acabamos teniendo 115 invitados porque hay mucha gente que nos importa y queríamos que estuvieran todos allí".
Como la finca de sus padres normalmente se alquila para la celebración de bodas, la familia tiene experiencia en materia de organización de bodas por lo que Palvin y su hermana, Anita, fueron las encargadas de planificar el evento: "No teníamos quién lo organizase, así que Barbara y su hermana planificaron la mayor parte", ha explicado Dylan. "Me dijeron que mi único trabajo era aparecer y decir el nombre correcto".
Para la ocasión, Palvin ha escogido tres looks. La modelo ha pronunciado el 'sí, quiero' con un clásico y sencillo vestido estilo corsé de la colección nupcial primavera-verano 2022 de Vivienne Westwood que ha acompañado con un choker de diamantes de Tiffany & Co, unos guantes transparentes y un largo velo que ha envuelto su largo cabello con un sencillo recogido por detrás de las orejas.
Durante la fiesta Palvin ha lucido un vestido midi con la espalda cruzada de Philosophy di Lorenzo Serafini que ha combinado con unos elegantes zapatos de Jimmy Choo y un lazo blanco acompañando el sencillo recogido del pelo. "Fue la mejor elección", ha asegurado Barbara. "Me sentía como una princesa moderna".
En tercer lugar, la modelo ha escogido un vestido rojo tradicional húngaro en honor a sus raíces, que puedes ver en el primer post de Instagram de la noticia dentro de la galería: "También hay una tradición húngara según la cual hay que llevar un vestido rojo después de medianoche: se llama menyecske ruha", ha relatado Palvin. "No había duda: tenía que ir de un diseñador húngaro para esta ocasión, así que elegí Mero. Crearon el vestido de mis sueños. Era sexy y coqueto pero a la vez cómodo, justo lo que quería"
Por su parte, Sprouse, ha escogido un elegante y sofisticado traje negro sobre una camisa blanca de cuello que ha combinado junto a una corbata negra y dos flores blancas atadas a su solapa haciendo juego con el ramo de flores que la novia sostenía de camino al altar: "Yo quería un esmoquin muy tradicional y listo", ha admitido Dylan. "Y me aseguré de ir bien afeitado".
Sprouse y Palvin cuidaron cada detalle de la boda y optaron por una paleta de tonos pastel para los looks de las damas de honor: "Para mí era importante no elegir un color concreto, sino una paleta para que cada una pudiera expresarse como quisiera dentro de la temática", ha comentado Barbara. "Quería que todo el mundo se sintiera cómodo. Las niñas de las flores eran de mi familia y los chicos iban todos muy guapos con sus trajes negros".
Los recién casados tienen pensado repetir el evento volviendo a organizar una ceremonia y así celebrar otra boda más grande en California el próximo otoño.
"Todos soltamos alguna lagrimita", ha relatado Barbara. "Hizo un tiempo ideal, con un poco de brisa fresca. Fue un momento precioso que nunca olvidaremos".
"¡Nos desbordaba la emoción!", ha añadido Dylan. "Cuando ya pasó la ceremonia religiosa, nos quedamos un poco más tranquilos. Antes de caminar hacia el altar, estábamos nerviosos, pero en cuanto nos miramos, empezamos a reírnos y se nos fueron los nervios. Por supuesto, los dos acabamos llorando".
Un evento lleno de romanticismo acorde a sus casi seis años de relación en los que públicamente han desbordado complicidad y sentido del humor.
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