Shia LaBeouf se sincera sobre su comportamiento, alcoholismo, traumas infantiles y descenso en Hollywood

El pasado octubre un juez sentenció a Shia LaBeouf a someterse a terapia para controlar su ira después de ser arrestado en un altercado en Georgia.

La estrella marchita de Hollywood ha salido de rehabilitación, donde ha sido diagnosticado con síndrome de estrés post-traumático por un trauma infantil. LaBeouf escuchó con diez años cómo violaban a su madre y, según él, desde ese momento todo se descarriló y empezaron a sucederse sus primeros encontronazos con la policía por "vengar a su madre".

En una entrevista con Esquire, LaBeouf ha hablado largo y tendido sobre sus problemas, su pasado, y su futuro, haciéndose cargo de su comportamiento.

Tenía 25 años, pero ya sentía que estaba "viviendo en una jaula dorada. A nadie le importan una mierda tus problemas. Todo el mundo está en plan, 'Hey tío, ¡estás en la ola!'".

"Mi forma de funcionar es bebiendo. Soy un borracho de la vieja escuela -whiskey y cerveza- y lo he sido desde que toqué el alcohol".

Al abordar el tema de su sonado y público arresto, Shia lo tiene claro: "Lo que pasó en Georgia fue bochornoso. Privilegio del blanco y desesperación y desastre... Venía de un delirio egocéntrico... Era yo intentando redimirme de la culpa de ser arrestado. La jodí".

Sin embargo, LaBeouf intenta no justificar sus acciones. "Soy un bufón. Mis estallidos públicos son fracasos. No son estratégicos. Son de un hijo de puta con problemas enseñando su culo al mundo". Y él mismo sabe dónde está ahora mismo: "Tengo que ver todos mis fracasos a la cara por un tiempo. Necesito hacerme cargo de mi mierda y limpiar mi lado de la calle un poco antes de poder trabajar otra vez, así que estoy intentando mantenerme creativo y aprender de mis errores".

Después de sus numerosas polémicas y haber desdibujado la actuación y la realidad, el actor reconoce que "ha agotado la mecha". "Nadie me da una oportunidad ahora mismo".

Parece que Shia está en el camino adecuado para dejar atrás sus peores días y encaminar su vida y su carrera.