EL MILAGRO DE LOS ANDES
La sociedad de la nieve: Bayona cuenta cómo pidió permiso a los supervivientes y su deseo de hablar de "la generosa decisión de entregar tu cuerpo"
La sociedad de la nieve, de J.A. Bayona, ya es todo un fenómeno a nivel global y el director español ha hablado sobre cómo surgió su deseo de contar esta historia, y a la vez hacerlo desde un punto de vista más humano de lo que se conocía antes sobre la tragedia de los Andes.
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El director de cine Juan Antonio Bayona, que ha protagonizado en Zaragoza un encuentro con 1.400 personas para hablar de su exitosa película La sociedad de la nieve , ha reconocido que con esta historia sobre el accidente aéreo de Los Andes en 1972 se "recupera la memoria de aquellos que no estuvieron en los titulares".
Con el objetivo de reflejar la experiencia de los dieciséis supervivientes y de los otros compañeros que iban en el avión y no superaron los 72 días de frío, el también guionista de Lo imposible ha afirmado que "quería encontrar el denominador común de personalidades diferentes, confiando en el relato y entendiendo aquello por lo que habían pasado".
Todo comenzó en 2011, cuando Bayona envió un mensaje a los supervivientes tras leer la obra de Pablo Vierci: "Quería pedir permiso para hablar sobre esto y compartirles esa culpa de haber vivido una vida que ellos no tuvieron".
"Parte del ejercicio es recuperar la memoria de los fallecidos y no cabía la posibilidad de no poder usar los nombres. Eso sí, había como una especie de frontera y separación. Después de hacer el pase el 1 de septiembre con ellos, creo que se mitigó, se unieron y les ayudó a procesar esos duelos de manera particular", ha indicado.
No obstante, ha asegurado que lo que más le impresionó del libro fue el discurso que tiene sobre el ser humano llevado al límite y de cómo, en ese momento, se une para ayudarse.
"Estamos rodeados de cierto cinismo y escepticismo y el contar cómo el ser humano en esos momentos se abre al otro y se entrega, ayuda y colabora es un discurso que yo abrazo", ha resaltado.
Aunque ha considerado que él "solo ha ayudado a hacer llegar el mensaje del libro", ha remarcado que el trabajo ha sido enfocado en "poner en valor esa decisión tan generosa de entregar tu cuerpo en vida", así que "lo que pueda entenderse como una situación escabrosa, se empieza a ver como un momento extremo".
"La forma que tuvieron de entregarse unos a otros está en el relato. Hay otra forma de entender el heroísmo desde otros roles que no sea el guerrero que salva a toda la tribu sino de aquel que posibilita al guerrero o que le da el rol al guerrero", ha dicho.
Sin embargo, uno de sus propósitos fue cambiar el relato, enfocarse en lo espiritual, demostrar "cómo a través de la herida nos curamos" y dar importancia a aquellos que no habían sobrevivido y a la idea de grupo, sin protagonistas ni voces importantes.
"Es una historia que habla de darse al otro hasta la máxima consecuencia. La muerte de Numa se podía sentir como una estafa, pero para que el público apreciara la vida como los supervivientes tenía que morir por el camino, con él", ha subrayado.
En cuanto a este personaje, Bayona ha destacado que "siempre provocó mucha curiosidad" porque todos los supervivientes y familias de fallecidos lo recuerdan con "buenas palabras y como la persona que más dio por el grupo" a pesar de no regresar y quedarse en la orilla. "Tenían deudas con los muertos", ha agregado.
Al hablar de las curiosidades de la historia, el nominado a los Oscar ha querido hacer hincapié en la munición de tabaco , que parece "infinita", pero que "se debe a que en Chile había racionamiento y que dos de las personas que iban a bordo eran propietarios de una tabacalera". "Cuando cayeron, tenían un permiso de dos o tres cigarrillos al día y algunos cambiaban su carne por eso".
En cuanto al casting, en el que vio a más de 2.000 actores durante siete meses, ha destacado que al tener la "suerte" de entrevistarse con los supervivientes en 2018 le ayudó a hacerse una idea "aproximada" de la personalidad de cada uno de ellos. "Buscaba cierto parecido físico, aunque no era la prioridad, y características similares a la personalidad", ha añadido.
La Sociedad de la Nieve, que se rodó durante 140 días en los escenarios reales, en Sierra Nevada y en Madrid para obtener una mayor autenticidad, ha demostrado ser una película "dura y difícil" por la historia, la meteorología y la accesibilidad, pero "lo más importante siempre fue conseguir una experiencia inmersiva y demostrar que, al fin y al cabo, todos somos lo mismo".
Naiare Rodríguez Pérez
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