El "vergonzoso" momento de Harris Dickinson junto a Nicole Kidman durante las explícitas escenas de sexo de Babygirl

Tras las declaraciones de Nicole Kidman sobre lo agotadoras que resultaron las escenas de sexo en Babygirl, Harris Dickinson, su joven coprotagonista, ha compartido su propia experiencia sobre este tipo de escenas. Harris ha confesado que, aunque contaron con el apoyo de un coordinador de intimidad, hubo un momento particular que le resultó "vergonzoso".

El actor ha explicado en una entrevista con Variety que el trabajo con el coordinador fue clave para que ambos se sintieran seguros: "Hablamos con el coordinador de intimidad y luego Nicole y yo hicimos lo nuestro una vez que establecimos los parámetros con los que ambos nos sentíamos cómodos", ha comentado. En el set, el coordinador se encargó de establecer un ambiente de confianza, preguntando a los actores qué les resultaba cómodo en función de la visión del director, logrando que el proceso "se facilitara con delicadeza sin interrumpir la escena en sí".

Pese a esta preparación, Harris ha recordado una escena en la que, sin ensayo previo, tuvo que bailar casi desnudo al ritmo de una canción de George Michael en una habitación de hotel, lo que resultó ser una experiencia particularmente incómoda. "Eso fueron solo mis movimientos. Halina [la directora] puso la canción y dijo: Solo baila. Así que simplemente no tuve mucho ritmo. Tal vez había bebido un poco de whisky antes. Pero fue vergonzoso", admite.

Para concluir, el actor ha elogiado a Kidman, a quien describe como "la artista más cálida y reconfortante con la que trabajar". Ha destacado su habilidad para crear un ambiente en el que ambos pudieron ser vulnerables y divertidos: "Ella marca el tono en el set y hace que sea muy fácil ser vulnerable y divertido, porque es muy atrevida. Es muy valiente y hace cosas que te hacen pensar: '¿Qué diablos es eso?'. Ni siquiera puedes pensarlo".

Con esta experiencia, Harris Dickinson subraya cómo la conexión con Kidman y el ambiente en el set lograron que incluso los momentos más vergonzosos se convirtieran en una experiencia gratificante.

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