Woody Allen se declara el mayor defensor del movimiento #MeToo

Woody Allen parece no estar dispuesto a dejarse arrastrar por la marea del movimiento #MeToo. El director, de 82 años, se ha declarado el máximo defensor del movimiento contra la agresión y el acoso sexual. "Es gracioso, yo debería ser la cara en los pósters del movimiento", dijo en una entrevista en Nueva York a un programa de televisión argentino que emite Canal 13.

Allen afirma que, durante los cincuenta años de su carrera, no ha sido objeto de denuncias por parte de las mujeres que han trabajado con él. "He trabajado en películas durante cincuenta años con cientos de actrices y ni una sola, grande, famosa, principal, nunca ha sugerido ningún tipo de indecencia de mí", recalcó el director. Además, afirma que a lo largo de su carrera siempre ha incluido "a más de 200 mujeres en el equipo detrás de cámaras y remontándonos cincuenta años atrás, siempre les hemos pagado exactamente los mismos salarios que a los hombres".

A pesar de esto, Allen se vio envuelto en un caso de abuso sexual a su propia hija Dylan Farrow. "Me acusan de algo terrible que me hiere y hiere a mi familia, algo que fue juzgado hace 25 años atrás, investigado por dos fuentes diferentes y que resultó ser completamente falso", asegura el director.

"Estoy completamente a favor de que lleven ante la justicia a los verdaderos abusadores, pero si alguien es inocente y se le mete en el mismo saco... Eso es muy triste para la persona y creo que es injusto", afirma el cineasta. "Lo que me molesta es que me vinculen con ellos".