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¿Basado en hechos reales? El auténtico guardaespaldas de Whitney Houston cuenta que quiso "dejarlo todo" por ella
No todo el mundo sabe que El guardaespaldas es una película basada en hechos reales. Ahora, la persona en la que se basaron para hacerla, ha decidido hablar.
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David Roberts trabajó durante años como guardaespaldas para Whitney Houston. Y la historia que mantuvo con la cantante inspiró después El guardaespaldas, la recordada película de la artista junto a Kevin Costner.
De hecho, el personaje de Kevin Costner estaba basado en la figura de David Roberts, que ahora ha ofrecido una entrevista al Daily Mail.
Aunque Whitney y David no tuvieron un romance como el de la película, el ex guardaespaldas sí que ha admitido que una noche, cuando la cantante apoyó cariñosamente su cabeza en su hombro, él estuvo tentado de dejarlo todo por ella.
La verdadera naturaleza de su relación la contará David Roberts en las memorias que publicará el próximo mes, y que ha llamado Protecting Whitney.
Él siempre tuvo claros cuáles eran los límites: "Como agente de protección personal, yo estaba totalmente concentrado en mantenerla a salvo. Si cruzas esa línea, pierdes tu objetividad y eso hace que sea peligroso para la persona a la que estás protegiendo".
"Por eso Frank Farmer (el personaje de Costner en la película) y Rachel Marron (Whitney Houston) no podían estar juntos: él cruzó la línea y ese fue su fin en lo que respecta a lo que estaba contratado para hacer", sostiene el ex escolta.
Roberts, que ahora tiene 73 años, asegura que "gran parte de lo que contenía la película, ella y yo lo vivimos de verdad. Pequeños detalles como el personaje de Rachel Marron agarrándose la parte de atrás de su camiseta para escapar de las aglomeraciones de fans".
Pero hay más. El nombre del personaje de Whitney, Rachel Marron, es el que David Roberts usaba como pseudónimo para registrar a la estrella en los hoteles. Y en cuanto a la nota que le envió la diva del pop "estaba en una nota adhesiva y ella la metió debajo de la puerta de mi habitación en el Hotel Regency en Hong Kong en 1988. Todavía la tengo; ahora está bastante descolorida por el tiempo, pero sigue siendo preciosa para mí".
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