PUEDES VERLA EN LA PELÍCULA
El Señor de los Anillos: La escena en la que Viggo Mortensen se rompió varios huesos de su cuerpo y que llegó al montaje final
Viggo Mortensen se jugó literalmente la piel en el rodaje de una de las películas más conocidas de su carrera, El Señor de los Anillos. La escena quedó tan creíble que decidieron usarla y ahora puede verse en la cinta.
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El rodaje de una trilogía tan ambiciosa estéticamente como lo fueEl Señor de los Anillosimplica que haya muchas anécdotas, y algunas de ellas tienen que ver con accidentes y momentos peligrosos para sus actores.
Fue en 2002, en el rodaje de la segunda parte de El Señor de los Anillos, Las Dos Torres, cuando Viggo Mortensen tuvo más secuencias accidentadas. Y es que mientras interpretaba a Aragorn sufrió algún que otro percance.
Uno de ellos ocurrió en la escena en la que su personaje encuentra un montón de cuerpos de orcos quemados, y asume que sus amigos Merry y Pippin están entre ellos. En un momento de ira y desesperanza, Aragorn le da una patada a un casco y cae de rodillas mientras grita desesperado. Todo muy intenso.
Si ves la escena con detenimiento, el grito es muy convincente y suena a dolor físico, porque realmente lo es. Peter Jackson quería que Viggo acercara el casco a la cámara, ya que pensó que quedaría una gran toma. Después de 4 intentos de acercar cada vez más el casco, Jackson pidió una toma más. En ella, Viggo Mortensen le dio una patada al casco y se rompió dos dedos del pie al hacerlo. A pesar de esto, usó este dolor y continuó representando la escena, sin decir a nadie hasta más tarde de que se había roto los dedos del pie.
La escena quedó tan bien que fue la que pasó al montaje final, y si no la recuerdas puedes verla en el vídeo que encuentras bajo estas líneas.
En dicho rodaje, Mortensen también tuvo una experiencia cercana a la muerte cuando rodaba una escena en la que flotaba río abajo. Quedó atrapado en una corriente entre un acantilado y quedó sumergido bajo el agua durante un largo período de tiempo, hasta que tuvo que ser rescatado. Por suerte, todo quedó en un susto.
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