Adiós a Asiye, el nuevo golpe mortal que conmociona en Hermanos

Hace unas semanas nos preguntábamos cuánto dolor era capaz de soportar el ser humano. Cuántas despedidas podía afrontar antes de desmoronarse por completo. Lo hacíamos a raíz de la muerte de dos personajes clave en Hermanos, Sengül y Suzan, que se unían a la larga lista de duelos que hemos afrontado los personajes y los espectadores de esta serie.

En aquel entonces no sabíamos que tiempo después íbamos a tener que volver a sacar los pañuelos, vestirnos de luto y afrontar el dolor de la pérdida de un nuevo personaje. Y esta vez ha sido aún más doloroso porque es alguien que nos ha acompañado desde el principio y que, poco a poco, se ha ganado nuestro cariño, nuestra simpatía y nuestra admiración.

Es el momento de llorar a Asiye (Su Burcu Yazgı Coşkun). Y también de homenajearla como personaje, como amiga, como novia, como hermana.

Una madre maternal

Desde que las desgracias comenzaron a acompañar a los hermanos Eren, Asiye se convirtió en una figura clave en la familia. Asumió desde el primer momento el rol maternal que tanto necesitaban sus hermanos. Desde la pequeña Emel, que siempre se ha agarrado firmemente a su mano, a Ömer, que tenía en Asiye la voz de su conciencia. Cada vez que Ömer pecaba de impulsivo, imprudente, temerario o derrochador, ahí estaba el sentido común de Asiye para intentar hacerle reflexionar. O, dicho de otro modo, para recordarle cuál era su situación real y sus necesidades básicas.

De hecho, la relación de Asiye y Ömer ha sido de lo más entrañable que hemos visto en esta serie. Tras la muerte de Kadir, que supuso una segunda orfandad para ellos, fortalecieron el equipo que siempre han formado y se comprometieron aún más en salir adelante como familia y, sobre todo, en cuidar y proteger al máximo a Emel. Juntos siguieron convirtiendo el gallinero en un hogar y juntos han probado cuantos trabajos han encontrado para que siempre hubiera algo, más o menos, sobre la mesa.

Ni descubrir que no eran hermanos de sangre logró romper el vínculo que años de convivencia, cariño y sufrimiento creó. Solo tuvieron una crisis bastante grave cuando Yasmin intentó hacer valer su condición de hermana biológica. De hecho, fue uno de los momentos en los que Ömer más nos defraudó porque llegó a anteponer a una recién conocida sobre su compañera de vida. Afortunadamente el espejismo duró poco.

¿Qué hará ahora Ömer? Si casi enloquece cuando Kadir tuvo un accidente mortal, ¿cómo reaccionará ahora? ¿Cómo organizará su vida sin el apoyo de Asiye? ¿Quién actuará como dique de contención ante sus arrebatos e impulsos? ¿Quién le recordará que hay que guardar cuando se tiene para cuando no se tiene?

En cuanto a Emel, ¿qué decir? Que somos incapaces de imaginar lo que pasa por el corazón y la mente de la pequeña de los Eren. Esa criatura casi ha ido más veces al hospital y al cementerio que al colegio y prácticamente ha despedido a más gente de la que ha conocido.

Aún recordamos sus miedos cuando murió Kadir. ¿Cómo reaccionará ahora que ha perdido a quien ha sido su madre en los últimos tiempos? Desde que quedaron huérfanos, ha sido Asiye quien siempre ha estado pendiente de Emel: de su ropa, de sus zapatos, de su comida (incluso llegó a enfermar porque no comía para que su hermana se alimentase mejor), de su colegio… Además, Emel ahora tampoco tiene a Sengül que, incluso con sus equivocaciones, siempre cuidó lo mejor que supo a la pequeña. ¿Quién asumirá ahora ese rol? ¿La abuela Fatma? ¿Aybique?

Y hablando de Aybique y Ogulcan, aunque su documentación diga que eran primos, la realidad es que eran hermanos y para ellos este golpe es tan duro como para Ömer y Emel. Sin embargo, junto con Orhan, van a tener que mostrar su fortaleza y apoyarlos ante esta nueva tragedia. Aybique tendrá que ser esa mano a la que se aferra Emel y Ogulcan deberá controlar su propia impulsividad para controlar a un Ömer emocionalmente quebrado.

El príncipe azul del cuento

En medio de sus obligaciones laborales y responsabilidades familiares, Asiye también encontró tiempo para ser feliz con todo un príncipe azul. Cuando se conocieron, Doruk era lo que podríamos considerar una "rana" porque tenía por hobby amargarle la vida a los Eren, pero el poder de la música y el talento vocal de Asiye consiguieron el milagro de que se convirtiera en el príncipe azul del cuento.

En esa relación, Asiye dejó clara su personalidad. No olvidó fácilmente las humillaciones que el "niño rico" les había hecho y Doruk necesitó bastante más que un pingüino de peluche para cruzar la puerta del gallinero. Eso sí, cuando atravesó el umbral lo hizo para convertirse en uno más de la familia.

Asiye y Doruk protagonizaron, sin duda, la gran historia de amor de Hermanos por su dulzura, su ternura y su complicidad. Nos regalaron grandes momentos, pero también hemos de reconocer que su romance tuvo sus sombras.

Al margen de las intrigas de Nebahat por separar a su hijo de Asiye, la propia pareja se encargaba a veces de ponerse palos en las ruedas. En algunas ocasiones Doruk era incapaz de controlar actitudes y comportamientos susceptibles de molestar a su novia (como su cercanía con Yasmin). Y, por otro lado, Asiye tenía tendencia a magnificar algunas situaciones llevando al nivel de ruptura lo que eran simples malentendidos.

De hecho, fue en esa relación donde fue más evidente que Asiye no era más que una adolescente que tuvo que madurar a fuerza de necesidades. En el gallinero era la madre de familia que cuidaba de sus hermanos, pero con Doruk era la novia que vive su primera relación y a la que le cuesta gestionar algunas emociones por inexperiencia o inmadurez.

Sea como fuere, Asiye y Doruk siempre lograban dar ese paseo o cantar esa canción que solucionaba todas sus discrepancias. Por eso, comprendimos y acompañamos a Asiye en su duelo por Doruk. Y admiramos su capacidad para recomponerse y seguir adelante a pesar de que todos sus sueños de futuro se habían quedado en una carretera.

De hecho, nos emocionó verla sonreír de nuevo con Ayaz. Es cierto que al principio desconfiamos de él. ¿Cómo no hacerlo si era primo de Sarp? Pero pronto nos dimos cuenta de que era un buen chico con buenas intenciones. Y, sin duda, hubiera sido un buen compañero de vida para Asiye si la tragedia y el drama no formasen parte de su genética.

Además de hermana y novia, Asiye ha sido también una gran amiga, una extraordinaria estudiante y una brillante trabajadora. Asiye nunca ha dudado en ayudar a quien lo necesitaba y nunca ha rechazado una oportunidad de ganar unas liras ya fuera limpiando casas, cuidando a personas mayores, doblando ropa o preparando perritos calientes. Asiye siempre estaba dispuesta a trabajar porque era muy consciente de las necesidades que había en su casa.

De Asiye recordaremos, sin duda, su dulzura, su capacidad de sacrificio y, también, una ingenuidad que la humanizaba.

Lloramos a Kadir. Lloramos a Doruk. Lloramos a Sengül. Lloramos a tantos otros personajes.Y ahora lloramos a Asiye. Y lo hacemos, además, con la preocupación de no saber cómo van a afrontar esta nueva situación Ömer y Emel. Asiye era mucho más que su hermana. Asiye era la columna que los sostenía. Cuando Ömer flaqueaba, Asiye le recordaba por qué luchaban. Cuando Emel tenía miedo, Asiye la abrazaba y reconfortaba.

Ahora solo quedan Ömer y Emel, pero no están solos. Tienen a su abuela, a su tío, a sus primos, a sus amigos y a nosotros. Entre todos conseguiremos que, una vez más, salgan adelante y vuelvan a sonreír.

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