Un año después en Sueños de libertad: ¿El fin del reinado de los De la Reina?

Los De la Reina tenían todo para ser un modelo a seguir en Sueños de Libertad. Su empresa era de las más competitivas del sector. Su director, Jesús, era un reconocido empresario que vivía también un dulce momento personal tras casarse con Begoña. Andrés, el menor de los hermanos, regresó a casa cual hijo pródigo tras haber servido a España como militar. Y Marta daba pequeños grandes pasos hacia su empoderamiento.

Doce meses después todo ha cambiado. Lo ha hecho a pasos agigantados y lo más interesante es que han sido los propios De la Reina los que, en gran medida, se han autoempujado hacia el caos en el que viven actualmente.

La caída del príncipe heredero

La primera señal de que no era todo tan reluciente como parecía nos la dio Jesús (Alain Hernández), cuando comprobamos que no era un marido tan ejemplar como aparentaba al descubrir que engañaba a su mujer con su secretaria.

Pero ese secreto se ha quedado casi en una anécdota ante todo lo que averiguamos después. Asesinó a su primera esposay a su primo, pero, demostrando una agilidad mental impresionante, le dio la vuelta a la situación convirtiendo a su primo en el gran culpable. Y la familia la compró.

Probablemente su versión se hubiera seguido manteniendo en pie de no ser porque la historia se repitió. Su esposa se enamoró de su hermano. Y Jesús no pudo ocultar más su verdadero rostro. Poco a poco sus secretos salieron a la luz y, aunque tuvo la inmensa suerte de que todos tenían más que perder que ganar si él terminaba en la cárcel, su caída en desgracia era inevitable.

El otrora gran Jesús de la Reina sigue dándose aires de director general, pero ahora es un socio más que debe acatar las órdenes de un Merino. Su mujer ya no se deja engañar ni manipular y no lo quiere ver ni en pintura. Y, como colofón, ha perdido el favor de su padre, que está harto de tapar las meteduras de pata de su primogénito.

A Jesús le quedan sus acciones en la empresa y poco más, pero todos sabemos que es un experto en conseguir siempre una buena mano a las cartas, así que habrá que estar pendientes de sus movimientos porque será una pieza clave en el futuro de los De la Reina.

La nueva Marta

Si a Jesús lo conocimos a través de sus actos, Marta (Marta Belmonte) se conoció a sí misma a base de sentimientos. En concreto, enamorarse de Fina (Alba Brunet) marcó un antes y un después emocional y profesional.

En lo sentimental, nunca hemos visto más feliz a Marta que disfrutando de los pequeños momentos cotidianos con Fina. Y Fina fue su mejor apoyo cuando ascendió a directora general de Perfumerías De la Reina. También estuvo a su lado cuando el golpe de estado de sus primos le quitó el sillón.

Por eso ahora nos preocupa el futuro. Juntas son más felices y más fuertes, incluso para defenderse ante los riesgos que las amenazan. Pero ahora la irrupción en sus vidas de Pelayo, que parecía la mejor solución a su situación, puede convertirse en una amenaza más.

Algo más que cuñados

Si Marta es feliz con Fina, la felicidad de Andrés (Dani Tatay) también tiene nombre propio y tampoco es el de su cónyuge.

No dudamos de que Andrés quiso en algún momento a María, pero el amor de su vida es Begoña. Desde la primera vez que cruzó la mirada con su cuñada supimos que el matrimonio de su hermano mayor estaba en apuros y que la relación fraternal, que ya era un desastre, iba a ser ya prácticamente irrecuperable.

Ahora mismo Andrés está entre dos corrientes muy fuertes. Por un lado, están sus sentimientos hacia Begoña. Por otro lado, están sus obligaciones hacia María. Andrés ha estado todo este tiempo intentando hacer lo correcto y lo que quería. Y no siempre le ha salido bien porque hay situaciones que son totalmente incompatibles. Y ahora que conoce un nuevo secreto de su esposa, vuelve una vez más a la encrucijada de tomar una decisión clave para su futuro y el de su familia.

Uno más en la familia

Por si Damián no tuviese suficiente con sus hijos legítimos, el reconocimiento del ilegítimo tampoco le trajo demasiada tranquilidad. Eso sí, en este caso se ha ganado a pulso los problemas porque aún no ha conseguido que Tasio se sienta parte de la familia.

Tasio forma parte de la segunda división de la familia y por eso se alió con sus homólogos: los Merino. Fue un golpe en la mesa para reivindicarse, aunque le supuso un nuevo enfrentamiento familiar. Tasio ha conseguido hacerse un hueco en la empresa, pero sigue buscando acomodo en la familia.

Un patriarca agotado

Damián (Nancho Novo) sigue preguntándose qué hizo mal para que todos sus hijos le causen más dolores de cabeza que alegrías. Con Jesús, prácticamente ha tirado la toalla. Con Marta, ha aceptado a su manera su condición sexual. Con Andrés, sigue esforzándose para que piense en el bien común familiar. Con Tasio, aún está intentando sintonizar.

Y mientras su familia se desmorona, también tiene que afrontar que Perfumerías De la Reina ya no es controlada por los De la Reina. Damián sabe perfectamente que su fortaleza depende de su unidad (como hacen los Merino), pero no consigue encontrar la fórmula para transmitirles ese concepto a sus hijos.

En doce meses el universo De la Reina ha sufrido una serie de pequeños grandes cataclismos que los han puesto varias veces al borde del precipicio. ¿Conseguirán mantener el equilibrio o terminarán perdiéndose como familia y perdiendo su patrimonio?

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