Cooper Koch revela qué sucedió en su encuentro en la cárcel con Erik Menendez: "Hubo una conexión inmediata"

Ryan Murphy ha vuelto al true crime con su segunda entrega de Monstruos. Esta vez, el director ha estrenado en Netflix La historia de Lyle y Erik Menendez, quienes asesinaron a sus padres José, interpretado por Javier Bardem y Kitty, a la que encarna Chloe Sevigny.

Los encargados de dar vida a aquellos jóvenes han sido Nicholas Chavez (Lyle) y Cooper Koch (Erik), pero esta nueva parte no ha estado exenta de polémicas, ya que el propio Erik Menendez estalló contra la serie y su creador por sus horribles mentiras.

Tras este revuelo, se conoció que Kim Kardashian, amiga de Ryan Murphy, visitó a los hermanos asesinos en la cárcel junto con su hermana Khloe Kardashian y su madre, Kris Jenner, así como el actor Cooper Koch. Lo hizo porque estudia para abogada, como lo fue su padre, y porque es una firme defensora de los programas rehabilitación y la reforma penitenciaria.

Una semana después del sorprendente encuentro, Cooper Koch ha relatado que se sintió nervioso antes de llegar. "Hubo una conexión inmediata", explicó Koch a People. "Pude abrazarlos a ambos y me senté junto a Erik en un círculo con todos los demás presos que contaban sus historias, y ambos fueron muy amables. Son personas increíbles".

En palabras a Variety, el actor señaló que tuvo "la oportunidad de tener una muy buena conversación con él y decirle que le creo y que hice todo lo que pude como actor para defenderlo y retratarlo de la manera más auténtica posible, y que creo que la serie hace un muy buen trabajo al representarlo".

"Tuvimos una conversación muy agradable", ha asegurado a la vez que desvelaba sus "extraños paralelismos" como que vivieron en la misma ciudad. Sobre las críticas que hizo a la serie, señaló que le dijo que "tenía sentido que te sintieras así". "No puedo imaginar cómo sería que la peor parte de tu vida, algo tan traumático y trágico, fuera televisada para que millones de personas la vieran de una manera dramatizada".

"Cometieron el crimen cuando tenían 18 y 21 años, y en ese momento era muy difícil para la gente creer que pudiera haber abuso sexual entre hombres, especialmente entre padre e hijo", defendió Koch.

Sobre la conexión que sintió con ellos, el actor relató que fue a través de la espiritualidad: "Siempre supe que quería conocerlos. Siempre supe que quería decirles que les creía y que quería defenderlos. Entonces, cuando sucedió, me sentí extrañamente normal, como si ya los conociera porque los había observado durante mucho tiempo y los había visto y escuchado hablar durante horas y horas".

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